Todas las ciudades del mundo reflejan cual espejo el pueblo que las habita. Jorge Valencia Jaramillo.
Todas las ciudades del mundo reflejan cual espejo el pueblo que las habita. Jorge Valencia Jaramillo.
El conocimiento profundo de una ciudad, la identificación de sus contenidos, la seriedad que se le dé al análisis del proceso histórico de su desarrollo urbano, y el planteamiento mediante una posición prospectiva de lo que debe ser su desarrollo futuro, son parámetros sustanciales para hacer formulaciones sobre: Medellín una ciudad que devuelve su centro al peatón.
Medellín enfrenta un gran reto bajo la concepción moderna de las grandes ciudades, desde que llegó a ser el centro de gravedad del Área Metropolitana del valle de Aburrá, que se conformó paralelamente con el crecimiento continuo que tuvieron las poblaciones vecinas localizadas al sur y al norte en este valle.
Hay que destacar, que por la influencia sobre el desarrollo urbano de las poblaciones vecinas a Medellín en el valle de Aburrá, se fueron conformando a su alrededor dos anillos urbanos: uno primario conformado por las poblaciones de Bello, Envigado e Itagüí, que se puede decir la encerraron en forma tal, que se llegó a confundir prácticamente sus límites urbanos.
El otro anillo, secundario, envolvente del anterior, está conformado por las poblaciones de Copacabana, Girardota y Barbosa al norte; Sabaneta, La Estrella y Caldas al sur. Este anillo en su proceso de crecimiento gradual, se ha aproximado en forma acelerada al primero, especialmente en los últimos años.
Es por lo tanto necesario reflexionar, sobre el significado que tiene en estos momentos, en ese contexto, ese espacio de Medellín conocido como el centro de la ciudad, con un desarrollo histórico que ha cambiado en sus contenidos, con unos usuarios propios y vecinos diferentes, de comportamientos muy diversos, que demandan servicios y generan problemas de funcionamiento, que requieren acciones que correspondan a los usos actuales del centro, para lograr tener en su interior, una calidad de vida óptima deseable.
En el interior de este centro está el corazón de la ciudad, es allí donde late con gran intensidad. Por lo tanto, debe ser la parte más representativa y cuidada de la ciudad, en donde se identifiquen los elementos que fueron conformándola históricamente, y que convida permanentemente a visitarla, a sentirla en las manifestaciones de todo tipo que allí se suceden, que siguen marcando su vitalidad y su proyección espacial.
Con todas estas observaciones, se debe pasar a la formulación de una revisión y análisis de las vías existentes en el centro de la ciudad de Medellín, a plantear una serie de propuestas nuevas, que sustancialmente busquen volver amables estas áreas tan importantes de la ciudad; que su verdadero usuario, el peatón, encuentre algo que se optimizó en el más amplio sentido de la palabra, sobre todo, que se le devuelva al tan olvidado peatón, lo que le correspondió, lo que se le quitó o limitó, en otras palabras, lo que le pertenece.
Hay que recordar, que por iniciativa y financiación de la Cámara de Comercio de Medellín, la firma Ingeniarte de esta ciudad, estudió y elaboró hace varias décadas una propuesta para peatonalizar la calzada central de la avenida La Playa, desde el teatro Pablo Tobón Uribe hasta la avenida oriental, propuesta que recibió la aprobación de los señores alcaldes de Medellín, doctores Álvaro Uribe Vélez y más adelante Juan Felipe Gaviria. Además, el proyecto fue aprobado por la Junta de Planeación de Medellín. Y…
El pasado nos interroga sobre la conveniencia de ejecutar oportunamente los proyectos que benefician la ciudad.