Han generado las dinámicas que ocasionan las permanentes transformaciones humanas.
En la historia del mundo, las parejas de cualquier tipo, afectivas, directas, extremas, antagónicas, conceptuales, sinónimas, antónimas, han generado las dinámicas que ocasionan las permanentes transformaciones humanas.
Alfa y omega, hombre y mujer, padre e hijo, abuelo y nieto, principio y fin, nacimiento y muerte, amanecer y atardecer, profesor y estudiante, médico y paciente, vida y muerte, guerra y paz, triunfo y derrota, razón y dogma, verdad y mentira, caliente y frio, arriba y abajo, luz y oscuridad, fecundidad y aridez, alegría y tristeza, placer y dolor, ángel y demonio, cuadrado y círculo, amor y odio, silencio y ruido, delicadez y rudeza, limpio y sucio, amable y hosco, rey y siervo, libertad y esclavitud, amigo y enemigo, aliado y rival, franco y mentiroso, directo y melifluo, todo o nada, sí o no, aquí o allá, antes o después, agua y aceite, líder y rémora, ambicioso y opacado, leal y traidor, simpático y antipático, creador y destructor, arena y cemento, alto y plano, armonía y caos, juez y reo, libertad y esclavitud, dueño y empleado, rico y pobre, espiritual y material, belleza y fealdad, niño y anciano, moda y costumbre, confesión y absolución, bueno y malo, liberal y conservador, seco y mojado, recatado y libertino, brillante y opaco, sol y luna, mar y tierra, abrazo y golpe, lento y rápido, ensalzar y humillar, yin y yan, locuaz e introvertido, cuerdo y loco, tolerante y fanático, culto e inculto, manual y mecánico, infierno y cielo, gula y hambre, poco y mucho, derecha e izquierda, alabanza y ofensa, vendedor y comprador, corto y largo, santo y hereje, agonía y éxtasis, sublime y vulgar.
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Adán y Eva, Quijote y Sancho, Alejandro y Hefestión, Cleopatra y Marco Antonio, Zeus y Hera, José y María, Benitín y Eneas, Nerón y Popea, Miguel Angel y Papa Julio II, Rommel y Montgomery, Dalí y Gala, Diego y Frida, Einstein y Mileva, Perón y Evita, Otelo y Desdémona, Bolívar y Manuelita, Ares y Afrodita, Isis y Osiris, Perseo y Andrómeda, Rasputín y Nicolás, Poseidón y Anfitrite, Pizarro y Moctezuma II, Hércules y Deyanira, Paris y Helena, Romeo y Julieta, Sherlock Holmes y Dr. Watson, Napoleón y Josefina, Pierre y Marie Curie, Cronos y Rea, Dionisio y Ariadne, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, Agamenón y Clitemnestra, Felipe el Hermoso y Juana la Loca, Ulises y Penélope, Akenatón y Nefertiti, Hades y Perséfone, Dante y Beatriz, Sócrates y Alcibíades, Platón y Aristóteles, David y Goliat, Enrique VIII y Ana Bolena, Batman y Robin, El Cid Campeador y Doña Jimena, Lancelot y Ginebra, Don Juan Tenorio y Doña Inés, Sansón y Dalila, Caín y Abel, Clara y Francisco de Asís, Salomón y la Reina de Saba, Lenin y Trotsky, Mussolini y Hitler, Apolo y Dafne, Julio César y Bruto, Edipo y Yocasta, Robinson Crusoe y Viernes, Mickey y Minnie, Augusto César y Livia, Abelardo y Eloísa, Kirk y Spock, Charlie y Snoopy, Tom y Jerry, San Pedro y San Pablo, el Coyote y el Correcaminos, Bugs Bunny y Pato Lucas, Silvestre y Piolín, el Llanero Solitario y Toro.
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Entre las parejas de humanos y animales, se destacan: El Cid Campeador y Babieca, Bolívar y Palomo, Alejandro Magno y Bucéfalo, Calígula e Incitatus, Napoleón y Marengo, Belerafonte y Pegaso, Don Quijote y Rocinante, El Llanero Solitario y Plata (Silver).
Insistimos en la posibilidad de reconstruir el Teatro Junín, en un lugar por impulsar de la ciudad, de modo que sirva como detonante urbanístico, y así dotar a Medellín de un adecuado Centro de Espectáculos.
Nota: Se quejan los equipos de fútbol de la mala asistencia del público a los estadios, que habría que atribuir a dos razones básicas: La primera, la mala calidad del espectáculo debido a la pobreza futbolística de los equipos y segundo, a la estúpida medida de carnetizar a los aficionados, dizque para mayor control. Me adhiero al comentario palmario de Pascual Gaviria cuando habla de “plastificar la estupidez”, y a la de un aficionado que estaba molesto por el desorden y la falta de puntos de atención para hacer el trámite, pues aun cuando no se crea, la gente trabaja para buscar el sustento y no para perder el tiempo haciendo trámites pelotudos: “En este país, la puta cédula no sirve para nada”.