El santo padre resaltó que Jesús no abandona a nadie que sufre, en especial, cuando se trata de niños y niñas porque son sus predilectos.
El papa Francisco visito este sábado en Medellín el Hogar de San José, que acoge a niños huérfanos o con problemas familiares, y desde allí quiso recordar "el sufrimiento injusto de tantos niños y niñas en todo el mundo".
Francisco fue saludado a su llegada por 500 niñas que acoge este hogar fundado por los jesuitas en 1941 y una de ellas, Claudia Yesenia, de 13 años, relató como quedó huérfana tras un ataque de la guerrilla cuando tenía 2 años y su tía no se pudo ocupar de ella, pero encontró una casa y un futuro en esta institución.
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El testimonio de Claudia hizo que el papa recordara "el sufrimiento injusto de tantos niños y niñas en todo el mundo, que han sido y siguen siendo víctimas inocentes de la maldad de algunos".
A los presentes recordó que también el Niño Jesús "fue víctima del odio y de la persecución y también Él tuvo que huir con su familia, dejar su tierra y su casa, para escapar de la muerte".
"Ver sufrir a los niños hace mal al alma porque los niños son los predilectos de Jesús. No podemos aceptar que se les maltrate, que se les impida el derecho a vivir su niñez con serenidad y alegría, que se les niegue un futuro de esperanza", agregó.
El pontífice les aseguró que "Jesús no abandona a nadie que sufre, mucho menos a ustedes, niños y niñas, que son sus preferidos".
Después felicitó a los responsables de este Hogar por haber creado "el calor de una familia donde nos sentimos amados, protegidos, aceptados, cuidados y acompañados".