51 millones de minas antipersonal han sido destruidas y un 80% de los países del mundo se han adherido a la Convención de Ottawa sobre la prohibición del empleo de estas armas.
Los países parte de la Convención sobre la prohibición de las minas antipersonal conmemoraron este jueves el vigésimo aniversario de la firma histórica del tratado que prohibió el uso de estos artefactos explosivos, aprovechando el inicio en Ginebra de la revisión bianual que evalúa las actuaciones de sus miembros.
Más de un centenar de representantes de gobiernos y de organizaciones de la sociedad civil participaron en un acto simbólico en la "Silla Rota" de Ginebra, una escultura erigida delante de la sede europea de la ONU y que es "un símbolo de recuerdo a las víctimas de estas armas", explicó a la vocera de la Secretaría de la Convención, Laila Rodríguez.
Esta estructura gigante fue colocada frente al Palacio de las Naciones en 1997 para alentar a los Estados a firmar el Tratado de Ottawa, apoyado en un inicio por 75 países que se reunieron en diciembre del mismo año en la ciudad canadiense del mismo nombre.
El acuerdo entró en vigor a mediados de 1999, en parte gracias a una campaña de sensibilización impulsada por una coalición de ONG llamada "Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres", y por la que su coordinadora, Jody Williams, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
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Desde entonces, un total de 51 millones de minas antipersonal han sido destruidas y un 80% de los países del mundo se han adherido a la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción, que, a día de hoy, cuenta con 162 estados parte.
El presidente de la Convención es el actual embajador de Austria ante la ONU, Thomas Hajnoczi, quien en 1997 dirigió el Departamento de Desarme de su país y fue uno de los autores del texto de base del Tratado de Ottawa.
El diplomático austríaco será el encargado de coordinar las intervenciones de los cerca de 300 delegados de más de 70 gobiernos y 12 ONG que representan a supervivientes de explosiones de estos artefactos que se congregarán entre hoy y mañana en Ginebra.
En esta reunión los 162 países miembros de la Convención de Ottawa analizarán las acciones que los Estados acordaron emprender entre 2014 y 2019, dirigidas a lograr un mundo libre de minas hasta 2025.
Estos compromisos incluyen el despejado de minas antipersonal, la destrucción de arsenales de minas y la asistencia a las víctimas y a países afectados.
Algunos de los estados más perjudicados por el uso minas antipersonal como Afganistán, Angola, Bosnia Herzegovina, Camboya, Colombia e Irak expondrán en la conferencia internacional los esfuerzos que están llevando a cabo para completar el desminado de sus territorios.
La directora de Cooperación del Centro de Desminado de Colombia, Catalina Rojas, informó que existen más de 11.000 víctimas de estas armas y que en su legislación nacional se encuentra estipulado la reparación a las víctimas, según Rodríguez.
La delegación de Perú por su parte aseguró que existen en su territorio más de 300 sobrevivientes de las minas antipersonal y que una nueva norma nacional acoge las necesidades de estas personas incluidas las víctimas civiles, según la misma fuente.
Este examen de mitad de año es una oportunidad para que los Estados se preparen para la reunión anual de expertos y responsables de la acción de minas antipersonales, que tendrá lugar del 18 al 22 de diciembre en las dependencias de la ONU en Viena.