Los partidos Vente y Alianza Bravo del Pueblo, los de mayor representación y acogida entre los venezolanos, no hicieron parte del proceso electoral, al cual consideran ilegítimo.
La oposición venezolana celebró este domingo elecciones primarias para escoger a sus candidatos unitarios a gobernadores en las elecciones regionales del próximo mes de octubre, en una jornada sin incidentes ni grandes aglomeraciones cuyos resultados se conocerán en las próximas horas.
Según Francisco Castro, presidente de la Comisión de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a los partidos de oposición en Venezuela, el proceso "se desarrolló con la mayor motivación y espíritu democrático", "de manera cívica y con una participación de cientos de miles de ciudadanos" que calificó de "masiva".
Las votaciones -celebradas en los 19 de los 23 estados del país en que la MUD no consensuó candidatos- comenzaron con retraso, y la mayor parte de los cerca de mil centros de votación habilitados cerraron alrededor de las 17:30 p.m.
La jornada electoral se prorrogó por orden de la MUD en aquellos colegios en que había colas, y en todo el estado sureño de Amazonas por problemas logísticos que se han repetido por falta de material de votación en algunas de las más de tres mil mesas montadas en casi todo el territorio nacional.
Como explicó Castro, la Comisión de Primarias de la alianza opositora dará a conocer los resultados tras aplicar los "mecanismos necesarios" que "garanticen la transparencia absoluta" de la elección.
"Este proceso culmina con la proclamación de los candidatos", concluyó el presidente de la comisión en un comunicado emitido al cierre de los centros, sin precisar el momento en que se conocerían los ganadores.
La agencia de noticias EFE pudo constatar la moderada afluencia de votantes en varios centros del estado Miranda del litoral del país, que engloba a importantes sectores del área metropolitana de Caracas.
En estos centros, montados por la MUD en plazas y otros espacios públicos, el ambiente era de relajación, si bien no faltaron en algunos de ellos las protestas de ciudadanos que están en contra de la participación de la oposición en unos comicios de octubre que aún no tienen fecha oficial y consideran que legitimarán a "la dictadura".
El grueso de partidos de la MUD decidieron acudir a las urnas en octubre pese a que algunos de sus candidatos -como el propio gobernador de Miranda, Henrique Capriles, que tiene prohibición de ocupar posiciones públicas- no pueden presentarse por estar presos, en la clandestinidad o inhabilitados.
Los que resulten elegidos candidatos se medirán a los aspirantes del oficialismo chavista en las elecciones del mes que viene, que se celebran después de dos aplazamientos respecto de su fecha prevista legalmente en diciembre del año pasado.
Los candidatos de la MUD a cada uno de los 19 estados en contienda -con Vargas, Carabobo, Nueva Esparta y Anzoátegui ya adjudicados a un sólo nombre por acuerdo- surgirán de entre los cerca de 60 candidatos que se presentaban a las primarias del domingo.
El partido con más representantes en las votaciones de este domingo es Primero Justicia (PJ), del presidente del Parlamento, Julio Borges, con quince candidatos, seguida por Acción Democrática (AD) con doce, y la formación del político privado de libertad Leopoldo López, Voluntad Popular (VP) con diez.
Un Nuevo Tiempo (UNT), con siete, y Avanzada Progresista (AP), con seis, completan la lista de formaciones con mas aspirantes.
Dos partidos de la MUD -Vente Venezuela, de María Corina Machado, y Alianza Bravo Pueblo (ABP) del alcalde caraqueño bajo arresto Antonio Ledezma- están en contra de acudir a las elecciones de octubre al no ver posibilidad de un proceso justo.
Además de tener a numerosos miembros presos o vetados, la MUD desconfía del Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de servir a Nicolás Maduro y de haber perpetrado fraude -algo confirmado por la empresa encargada del recuento- en los resultados de participación de la última elección celebrada en el país.
Pese a todo, el grueso de la MUD que sí se presenta espera arrebatar parte del poder regional en manos del oficialismo (20 de las 23 gobernaciones) o forzar al régimen a asumir el coste político de manipular los resultados ante una derrota que considera segura por la baja popularidad de Maduro y su cúpula dirigente.