La oposición venezolana denunció vulneración de las garantías de los periodistas independientes en el contexto de la elección de los delegados de la Asamblea Nacional Constituyente que construirá una nueva carta magna, la cual fue convocada por el presidente Nicolás Maduro. Entre lo manifestado, denunciaron restricciones, capturas e intimidación a los trabajadores de los medios de comunicación. 

Una de las razones fue la medida polémica adoptada por el CNE, la cual definió que la prensa independiente deberá ubicarse a 500 metros de los centros de votación y que solo ingresarán los trabajadores acreditados cuando esté ejerciendo el derecho al sufragio una personalidad o político de importancia; luego deben salir de dicho recinto. 

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"Los medios no podrán superar los 500 metros del perímetro de seguridad para resguardar a las electoras y los electores", aseguró Tibisay Lucena, presidenta del órgano electoral.

Sobre esto, el Sindicato de Trabajadores de la Prensa denunció que las credenciales para cubrir la votación están siendo negadas a los medios de comunicación críticos con el Gobierno.

Esta agremiación también denunció que nuevamente capturaron al periodista Euclides Sotillo, de lo cual afirmaron que "tras su primera liberación pidió ayuda y mientras los buscaban, se lo llevó el Sebin". 

Sobre esto, Lilian Tintori manifestó a través de sus redes sociales que "la dictadura persigue a medios de comunicación y periodistas para intentar evitar que se sepa la verdad. Violan la libertad de expresión".

A la par, a través de Twitter se difundió un video realizado por periodistas que denunciaron haber sido intimidados por querer cubrir de cerca la jornada de votaciones de la Constituyente, lo cual fue calificado por Henrique Capriles de fraude. "La cínica de Tibisay Lucena se quejaba de que no había 'cobertura periodística' de lo que sucede hoy en el país. En todo son un fraude", expresó.

Tibisay Lucena sostuvo que en esta votación, "impedir el ejercicio del derecho al sufragio constituye un delito y además responde a una acción antidemocrática", en referencia a las manifestaciones opositoras cerca a los puestos de votación de esta jornada.

"El juego democrático implica que en cada proceso electoral hay intereses contrarios y los electores deciden de acuerdo a esa oferta electoral, y si no es de su agrado también tiene la opción de no participar. Eso es democracia. Lo que no es democracia es la utilización de la violencia como un chantaje para el impedimento de un evento electoral", agregó.