Este martes se encenderá la llama en la cuna de los Juegos Olímpicos y arderá hasta llegar a PyeongChang, sede de los Juegos de Invierno el próximo año.
La llama olímpica de Corea del Sur se ilumina a partir de mañana en la antigua Olimpia con el objetivo de irradiar armonía en PyeongChang 2018, unos Juegos Olímpicos que vienen precedidos por la escalada de tensión en Corea del Norte.
La tradicional ceremonia contará con la presencia del primer ministro surcoreano Lee Nak-yeon, que aprovechará su visita al país heleno para reunirse hoy con Alexis Tsipras, su homólogo griego.
Entre las autoridades que estarán presentes en Olimpia también figurarán el presidente de Grecia, Prokopis Pavlopoulos, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach.
La actriz Katerina Lehú repetirá, como ya hizo en el encendido de Río 2016, en el papel de Gran Sacerdotista de Olimpia y será la encargada de traspasar la antorcha al campeón griego de esquí nórdico Apóstolos Anguelis, primer portador de PyeongChang 2018.
El exfutbolista surcoreano Park Ji-Sung, quien militó el Manchester United, recogerá el testigo como segundo portador. La antorcha realizará durante una semana un periplo por Grecia antes de volar a Corea el 1 de noviembre, fecha en la que restarán exactamente 100 días para la inauguración de los Juegos.
El relevo contará con 7.500 atletas que recorrerán un total de 2.018 kilómetros, en alusión al año olímpico, y la antorcha será transportada en avión, barco, tren, tirolina, teleférico y bicicleta por la vertiente sur del paralelo 38.
La organización había contemplado que la llama olímpica también transitara por Corea del Norte, que ya fue testigo del paso de la antorcha en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, pero finalmente la propuesta se ha congelado por la tensión diplomática entre ambos países.
Frente al desarrollo militar y los ensayos balísticos del país vecino, Corea del Sur tiene previsto desplegar un dispositivo que redoble las medidas de seguridad para la invernal cita olímpica.
De hecho, potencias mundiales en los Olímpicos de invierno como Austria o Francia han amenazado con ausentarse en PyeongChang 2018 si no está garantizada la protección de los deportistas.
En un comunicado el COI sostuvo que el relevo de la antorcha olímpica "traerá un mensaje simbólico de paz a todos los que presencian el viaje por la República de Corea".
PyeongChang albergará, del 9 al 25 de febrero de 2018, los segundos Juegos Olímpicos de la historia de Corea del Sur, tras Seúl en 1988, y los primeros de invierno después de presentar candidatura hasta en tres ocasiones de manera consecutiva