A causa de los constantes ataques a los ductos que transportan el crudo, Ecopetrol suspendió la extracción del hidrocárburo. La compañía petrolera denunció hostigamiento a su personal técnico.
El oleoducto colombiano Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes del país, completó este miércoles 56 días sin operar como consecuencia de 38 atentados terroristas registrados en lo que va de este año, denunció este miércoles Ecopetrol.
En un comunicado, la compañía detalla que las acciones terroristas de este año han ocurrido en Arauca, Boyacá, Cesar y Norte de Santander, departamentos en los que hay presencia de la guerrilla del Eln, con la que el Gobierno mantiene negociaciones de paz en Ecuador, así como otros grupos narcotraficantes.
Ecopetrol también asegura que "las labores de reparación del oleoducto se han retrasado debido a los continuos hostigamientos con disparos a los helicópteros que transportan el personal, así como la incineración de maquinaria y la instalación de minas antipersona en algunas zonas donde se han cometido los ilícitos".
Asimismo, advirtió que también se han descubierto y retirado 27 válvulas instaladas para el hurto de crudo en Norte de Santander, frontera con Venezuela, que según las autoridades es utilizado para procesar la hoja de coca por parte de guerrilleros y narcotraficantes.
Ecopetrol, suspendió el bombeo de petróleo el pasado 30 de mayo cuando se presentó un derrame de crudo en el caserío Cerro Madera, en el municipio de Tibú, Norte de Santander, "producto de la instalación de una válvula ilícita". La información añade que el último de los ataques contra esta infraestructura ocurrió el pasado 21 de julio en el caserío La Granada, municipio de Saravena, departamento de Arauca, que causó una "rotura del sistema y derrame de crudo en un área de unos 2.500 metros cuadrados de suelo y capa vegetal".
"Con corte al mes de mayo, estas acciones ilegales han provocado el derrame de 11.064 barriles de petróleo y el hurto asciende a 100.000 barriles", añade la información.