EL MUNDO habló con María Lía Neira sobre el libro Oficios de manos colombianas y la labor de quienes día a día trabajan para perfeccionar un trabajo con el que construyen identidad.
El libro Oficios de manos colombianas es un trabajo con el que MNR ediciones y el Ministerio de Cultura rinden homenaje a quienes todos los días moldean el país desde sus saberes, con la maestría a la que únicamente se llega a través de la repetición y la práctica constante.
María Lía Neira, directora de MNR ediciones y directora editorial y gráfica de la publicación, indicó que con este libro se busca trabajar en la salvaguarda y protección de los oficios tradicionales para poder contribuir a su valoración patrimonial y principalmente a que estas actividades no se pierdan o caigan en desuso.
Oficios como hilandería, orfebrería, lutería (elaboración de instrumentos musicales), Cestería, alfarería y siembra fueron reseñados en la publicación que está compuesta por las fotografías de Andrés Sierra, un ensayo sobre cada oficio a cargo de Alberto Escovar Wilson, director de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y el relato de cada personaje sobre lo que representa la labor que desempeña, “el sentir frente a su oficio y la expectativa. Ahí está el alma del libro porque son personajes que quieren enseñar, que su legado trascienda y pueda ser aprendido por otros”, indicó la editora.
Recorrer las páginas del texto es encontrar la historia de personajes que no han precisado una certificación para acreditarse como auténticos profesionales de su quehacer. Son todas historias en las que la práctica hace al maestro, desde la infancia perfeccionan su técnica y con los años se convierten en portadores de un conocimiento que debe ser preservado, continuó Neira.
Cada historia de la publicación está acompañada de su traducción al inglés, esto con el fin de propiciar la valoración patrimonial por parte de los visitantes, en un país que cada vez le apuesta más al turismo receptivo.
Finalmente, María Lía resaltó que este ejercicio recopilatorio es una primera mirada al aporte de quienes construyen país desde las regiones: “Hay que trabajar más fuerte por hacer visibles estos aportes y permitir que los jóvenes vean en este tipo de actividades opciones de vida digna y de valoración de lo tradicional, además, hoy por hoy, cuando se desiste tan fácil de los proyectos y empeños es muy pertinente encontrarse con la historia de personas que han logrado la perfección a través del trabajo y la constancia”, cerró.