Marruecos y ocho países árabes aliados se han retirado de la cumbre árabe-africana de Malabo en protesta por la presencia de la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd), con la que Rabat se disputa la soberanía del Sáhara Occidental.
Redacción EFE
Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Bahrein, Catar, Omán, Jordania, Yemen y Somalia apoyan el principio de "respeto de la soberanía de los Estados y de su unidad territorial", indicó el Ministerio marroquí de Exteriores. La retirada de estos países de la cumbre organizada por Guinea Ecuatorial se debe a la presencia del "emblema de una entidad fantoche en las salas de reuniones", como suele referirse a la Rasd Marruecos, que tiene por costumbre contestar su presencia en cualquier foro internacional.
El Gobierno marroquí apuntó que la participación tiene que limitarse a los países miembros de Naciones Unidas, un principio que, según la misma fuente, fue respetado en las anteriores cumbres.
"Marruecos y los ocho países árabes se vieron obligados a retirarse de la cumbre para no avalar la falta de respeto a los principios de acción árabe-africana", se señaló en el documento que da a entender que la delegación saharaui ni siquiera estaba presente en la sala de reuniones, sino sólo "su emblema".
La presencia de la Rasd o de su bandera en aquella sala puede deberse a que la Unión Africana, coorganizadora del foro, tiene entre sus miembros a la Rasd, mientras que Marruecos, ausente de la UA, aspira ahora a volver al organismo panafricano que abandonó en 1984.
Pese a que se proclamó el interés de Marruecos y de sus aliados árabes por garantizar "el éxito" de la cumbre, lo cierto es que su retirada supone prácticamente llevar ese foro al fracaso.
La cuarta edición de la La cumbre Árabe-África, que reúne a los altos representantes de los países de ambas partes, empezó el pasado 17 de noviembre con las reuniones de las delegaciones de los países participantes para debatir esencialmente las formas de impulsar la cooperación económica entre los mismos.