La Misión de la ONU en Colombia ya ha registrado el 85 % de las cerca de 7.000 armas que tienen las Farc en su poder y que deberán dejar antes de su reinserción, según explicó este miércoles el enviado especial del secretario general del organismo, Jean Arnault.

El inicio del proceso de registro tardó “un par de días” más de lo previsto debido a las “condiciones climáticas” y se ha llevado a cabo en las 26 áreas en que se encuentran reunidos los guerrilleros, pese a que en tres de ellas no hay observadores de la ONU, según detalló Arnault.

El jefe de la Misión de las Naciones Unidas recordó que el pasado 1 de marzo se hizo la primera “entrega simbólica” de 150 armas de guerrilleros que integran el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del cese el fuego en el que también hay observadores de la ONU y de la Fuerza Pública.

Esta semana ese proceso continuará con la entrega de entre 350 y 400 armas de miembros de Farc que van a salir de las zonas veredales transitorias de normalización (Zvtn) en que se encuentran los guerrilleros reunidos y que abandonarán “para temas relacionados con el proceso de paz”.

“Básicamente estamos haciendo preparaciones para recibir a la mayor brevedad unas mil armas en contenedores de la ONU”, subrayó Arnault.

Sobre la llegada de observadores de la ONU a las 26 Zvtn dijo que todavía no han accedido a tres de ellas; una, la de Caño Indio, en el municipio de Tibú, en Norte de Santander, por problemas de seguridad.

En los otros dos casos, cuyos nombres no dio, todavía no han llegado debido a la falta de infraestructura al no contar con todas las sedes locales operativas.

En referencia a la diferencia de las armas que calculan que tienen las Farc, frente a la estimación de 14.000 que hizo el Gobierno, Arnault afirmó que “restan dos meses y medio de recuperación de armas”, por lo que será necesario “esperar un poco para el juicio” completo.

El último paso de la Misión será recuperar las armas que se encuentran en diferentes escondites por el país, un proceso que calificó como “muy complejo”.

“Son múltiples caletas en zonas de difícil o muy difícil acceso y nos vamos a tomar un tiempo para lograr la recolección y traslado a contenedores de la ONU”, agregó.

El funcionario también explicó que han enviado un informe al Consejo de Seguridad de la ONU en el que han detallado “la realidad de que efectivamente” Colombia está “frente a un proceso de implementación complejo”.