“La solución de dos estados sigue siendo el único camino para alcanzar las legítimas aspiraciones nacionales de los dos pueblos”, dijo al Consejo de Seguridad el enviado de Naciones Unidas para Oriente Medio, Nickolay Mladenov.
El diplomático aseguró que los “acontecimientos recientes” en torno al conflicto deben preocupar a todo el mundo y advirtió en contra de fórmulas poco definidas para tratar de ponerle fin, que “la ausencia de una estrategia clara para avanzar hacia la paz es una estrategia en sí misma”.
Mladenov se expresó así un día después de que Trump diera un giro importante a la postura de EE.UU. sobre el conflicto de Oriente Medio, asegurando que la paz no pasa necesariamente por la creación de un Estado palestino.
“Estoy valorando una solución de dos estados y de un Estado, me gustará la que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquiera de las dos” salidas, aseguró Trump en una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La llamada solución de dos Estados cuenta con el respaldo prácticamente unánime de la comunidad internacional y ha sido la opción defendida por Washington desde la presidencia de Bill Clinton.
Horas antes de que Trump anunciara oficialmente este cambio, el secretario general de la ONU, António Guterres, había defendido ya que la de los dos Estados es “la única solución”. “Hay que hacer todo lo posible para llevarla a cabo”, aseguró este miércoles el diplomático portugués, de visita en El Cairo.
Hoy, su enviado para el conflicto reiteró la postura de Naciones Unidas y subrayó que, para avanzar, es necesario que Israel detenga la expansión de los asentamientos y que los palestinos respondan a la violencia y la incitación.
“Los palestinos y los israelíes se enfrentan a otro periodo de incertidumbre y preocupación sobre lo que viene. Urjo a los líderes de las dos partes a contemplar cuidadosamente el futuro que quieren para su pueblo”, dijo Mladenov.
El Consejo de Seguridad analiza hoy a puerta cerrada el conflicto, pero a su llegada a la reunión los embajadores de varios países quisieron hacer patente su respaldo a la creación de un Estado palestino.