Nos duelen Tumaco y el litoral costero

Autor: Alejandro García Gómez
6 mayo de 2017 - 12:07 AM

Ni ocultó su frustración ni su desconocimiento de los males históricos de la costa del Pacífico nariñense

El 23 de abril Tumaco eligió nuevo alcalde: Julio Rivera 50,58% votos. Sandra Estacio 45,98% y Franci Estupiñán, uribista, 1,54%. Los primeros, alianzas políticas. Rivera, ing. agrónomo, fue concejal y perdió la pasada elección por fraude, según él. La noche siguiente, 24, fue entrevistado por Hora Veinte (Caracol radio). No presentó la receta para desmontar el mal y sembrar el bien definitivo y desengañó a la periodista “dueña” del programa, Diana Calderón. Ella ni ocultó su frustración ni su desconocimiento de los males históricos de la costa del Pacífico nariñense. Veamos un mínimo resumen:

Antes de los 90’ fue un abandonado paraíso selvático. En esa década, la guerrilla pone sus ojos allí. Las Farc ganan de mano (en junio de 1997, se toman Barbacoas: asesinan 6 policías y secuestran 13). He aquí otros hechos lejanos pero con nexos causales:

En 1998, A. Pastrana, presidente electo aún, viaja a Washington y propone a Clinton un “Plan Marshall” para Colombia, con el fin de prevenir el asunto de la droga. En el 89’ había caído el Muro de Berlín y en el 91’ la Urss había desaparecido. El ratón decide hacerse cargo de cuidar el queso de la mejor esquina de Suramérica: Clinton acepta al fatuo Pastrana y nace el Plan Colombia. Lo anuncia el 11 de enero de 2000 y se aprueba -en los EU- el 13 de julio del mismo año. En el sur colombiano, la producción de coca (en mayor grado) y amapola se había concentrado en el selvático y abandonado vecino dpto. del Putumayo. Entonces, allá comienza el acoso, a bala y glifosato, desde aire y tierra a los productores. Y lo que ocurre  es  que el problema se traslada a donde era más susceptible: el dpto. de Nariño, sobre todo a su costa oceánica (irónicamente, “costa pacífica”). “Efecto Globo” le llaman los sociólogos al fenómeno: oprimes en una parte del globo y se infla en otra. En la más débil, se revienta. Y reventó. Veamos:

En 2000, Llorente -un caserío, corregimiento de Tumaco y paso obligado en la vía- se transforma en un poblado de mansiones, “mafionetas”, bares, burdeles, comercio y otros servicios. Estrambótico lujo traqueto y sangre. En 2002 la disputa a bala por la costa entre narcoguerrilla y narcoparas obliga al gobierno a actuar, sin ningún plan integral ni continuidad, también a bala. Pero todas estas acciones quedaron opacadas por la criminal acción en Bojayá (Chocó, 2.V.02); estupidez de las Farc que eleva a la Presidencia en primera vuelta a Álvaro Uribe (28.V.02) en veintiséis días. De ahí en adelante la guerra no para. 6.XI.06, el gobierno y la dirigencia nariñenses presentan un plan de acción, centrado en la tradición agropecuaria de esa costa y ese depto., al Programa de Desarrollo Alternativo de la Presidencia de la República. El gobierno de Álvaro Uribe II lo descarta de plano, pero en junio de 2009 lleva un publicitado concierto del cantante Juanes. En agosto 2011 causa ruido, por una o dos semanas, el asesinato de unos policías entre ellos una mujer, por la sevicia con que actuaron las Farc, en Llorente. El 1.II.12, una bomba de la alianza Farc-Rastrojos, según las autoridades, mata a 17 personas entre policías y civiles, 90 heridos y damnifica a más de 200 familias. Seguir señalando estos hechos nos haría interminables, ya que no cesan hasta ahora. Hoy, se suma el peligro de intentar abortar el proceso de paz por la disputa del territorio que las Farc han dejado entre sus disidentes y el neonarcoparamilitarismo, descendiente del anterior proceso de gobierno Uribe. Que hay neonarcoparamilitares cerca de las zonas de agrupamiento de las Farc, se ha advertido, y el gobierno lo sabe.

Que el alcalde necesita excelentes asesores, es innegable. El politólogo y periodista nariñense Mario Cepeda escribe un artículo propositivo en página10.com (“Tumaco, capital de la paz”), que invito a leer con ojo crítico y consolidarlo, al gobierno a concretarlo en normas (ordenanzas, leyes y decretos reglamentarios) y presupuesto. Nota.- ¿Ejerce manipulación periodística Néstor Morales –director Blu radio- sobre revocatoria al alcalde Peñalosa? ¿Y qué decir del salvavidas que, según se ha conocido al escribir esta nota, le lanzaría el Honorable Consejo Electoral para burlar el referendo?

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