Para Diego Londoño, coordinador operativo de Hinchas por la Paz, del Inder, el lenguaje agresivo que se utiliza en el fútbol es uno de los detonantes de la violencia en el fútbol.
El miércoles 27 de septiembre de 2017, en la carrera 51 entre calles 45 y 46, barrio Guayaquil, a eso de las 10 de la noche, fue asesinado Juan Diego de los Rios Zapata, de 26 años. Hincha de Nacional. Seguidores del Medellín lo persiguieron hasta alcanzarlo. Medicina Legal informó que murió por heridas de arma blanca. La Fiscalía, que el caso está en investigación.
Ingresó a Policlínica donde posteriormente falleció. Múltiples heridas en el tórax ocasionadas por arma cortopunzante. La víctima y tres acompañantes más vestían camisetas de Atlético Nacional y se dirigían a la estación San Antonio del Metro, cuando fueron abordados por varios hinchas del equipo Independiente Medellín que portaban cuchillos y machetes.
Según el Sisc, Juan Diego presentaba anotaciones policiales.
Días antes, el lunes 18 de septiembre, cuatro hinchas del Deportivo Independiente Medellín que se dirigían a Bucaramanga a presenciar a su equipo fueron abordados por capitalinos, seguidores del Atlético Nacional, que regresaban a Bogotá luego de presenciar en Medellín el juego que el onceno antioqueño protagonizó frente a Millonarias.
Fue a la altura de Santuario, en el Oriente del departamento. En el hecho murieron Brayan Eduardo García, Juan Pablo Marín y Juan Diego Ramírez. Uno más, quien resultó herido, fue quien dio parte a las autoridades.
Según indicó la Policía, los muchachos, quienes pertenecían a la barra ‘Caminantes’, al verse perseguidos optaron por lanzarse a la quebrada La Marinilla. Los cuerpos fueron rescatados dos días después y, de acuerdo con la institución, la causa de la muerte fue por inmersión y no presentaban signos de violencia.
El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, general Óscar Gómez, dijo a EL MUNDO que sus hombres realizaron un acompañamiento de los hinchas de Nacional que iban a Bogotá, “hasta límites con Guarne. No podemos pasar de nuestra jurisdicción”.
El oficial agregó que las investigaciones en estos dos casos avanzan satisfactoriamente y que con la ayuda de testigos y de los videos de las cámaras ubicadas tanto en el Centro de Medellín como del peaje, se trabaja en la individualización de los posibles responsables de estos hechos.
En ese mismo sentido, la directora seccional de fiscalías de Medellín, Adriana Villegas, adelantó que se recuperó material probatorio importante en los dos casos y que en próximas entregará información al respecto. “No lo hacemos ahora para no entorpecer la investigación”, dijo.
Barras del fútbol
Cuando se habla de violencia en el fútbol debemos involucrar a todos los actores: los comentaristas deportivos, los dirigentes, los clubes, los árbitros, los mismos futbolistas, el hincha y el barrista. “Es un tema de corresponsabilidad. Todos participamos del fútbol, todos somos responsables”, asegura Diego Londoño, comunicador social, magister en sicología de la UPB y coordinador operativo de Hinchas por la Paz, del Inder.
Londoño es tal vez, desde hace ocho años, quien más se ha preocupado por la violencia en el fútbol en Antioquia. “Son lamentables todas las muertes asociadas con el fútbol. Todos tenemos que contribuir a que esto no suceda más. El lenguaje violento, por ejemplo, que se utiliza en el fútbol debe desaparecer. El gesto, la burla, los memes en las redes sociales, la búsqueda del otro, del rival, para ridiculizarlo, para minimizarlo, va acumulándose hasta que llega el momento en que cualquiera estalla, y lo hace de la peor manera”.
Uno de los primeros pasos que hay que dar en el camino para conseguir la paz en el fútbol es precisamente cambiar el lenguaje. “Por ejemplo, no se trata de barras bravas, son barras del fútbol. Desarmar el lenguaje es vital", puntualizó Londoño.