Hoy es una buena oportunidad para ver Niebla en agosto. Una cinta alemana con grandes ribetes que llega al alma de los espectadores por lo que pasa en un hospital siquiátrico del país germano. La película tiene una duración de 126 minutos que nos lleva de una manera secuencial a los horrores del Tercer Reich con la aplicación de la eutanasia a la población enferma alemana.

LEA: Crítica de la película Split (fragmentado)

El director Kai Wessel, quien ha realizado gran parte de su carrera en la televisión de su país, nos ha dado una de las mejores películas que hemos visto este año en la ciudad y que tuvo el reconocimiento como mejor director en el Bavarian Film Award y esta película fue catalogada como la mejor película del German Film Award 2016. 

Y lo digo, porque la historia va llevando al espectador a un plano de sensaciones increíbles al solidarizarse con el chico Ernst Lossa, la enfermera  Sofía y  cada uno de los residentes de ese “hospital de la muerte”, que no saben que de a poco están muriendo de hambre, mientras son alimentados con productos que no tienen proteínas ni vitaminas.

Hay muchos aspectos para destacar en el filme, entre ellos la fotografía de Hagen Bogdanski, uno de los mejores en su país, que realiza un trabajo estético impecable con cada una de las tomas; porque transmite emociones, sentimientos de impotencia para los espectadores, al ver que cada día desaparecen más enfermos de la manera más natural y nadie se entera. Su fotografía es perfecta, porque cada toma genera una sensación diferente en el público.

LEA: Cinco datos de la Niebla en Agosto que llega a Colombia.

Otro de los aspectos a resaltar, es el gran trabajo actoral realizado por su director, porque muchos de los extras son gente discapacitada, niños menores de tres años con síndrome de Down cuyas actuaciones sorprenden. La autenticidad alcanzada fue uno de esos puntos a favor al igual que el trabajo del actor principal, Ivo Piezcker (Ernst Lossa), un chico de 10 años, que se roba la atención a lo largo del filme, por su carisma, su mirada y la capacidad que tiene de transmitir emociones.

Igualmente, los escenarios fueron parte fundamental de la cinta, que fue filmada al sur de Alemania en un hospital siquiátrico. Pero también, la precisión histórica de la película que refleja el trabajo del guionista Holger Karsten Schmidt  sobre las investigaciones acerca de los crímenes de la eutanasia. El relato es claro, una película fácil de entender, como lo dijo su director en una entrevista: “Fue pensada para que niños de 6 años pudieran confrontar este tema, preguntarse por qué pasó, y si es posible que pase hoy”. Es por ello, que Niebla en agosto es maravillosa, por la simpleza de su obra y por lo crudo que fue ese momento para la Alemania del Tercer Reich, donde lo importante era fortalecer sus ejércitos para la batalla y no seguir invirtiendo dineros en sus enfermos.