Menester es trabajar con programas que no cambien de la noche a la mañana.
En Antioquia y el resto del país, nada de protocolizar matices, bloques o alianzas del partido Liberal, en orden a participar en las elecciones de Congreso de la República. Tampoco en otras. Como en no lejanas épocas, el bermejo y tradicional y glorioso símbolo nacional, debe (debemos), bandera en alto, al cofre de votos que han de hablar de la voluntad popular…y rojos, a las urnas y sufragar por los copartidarios que acrediten ante el pueblo, cimera voluntad de argumentar y convencer a los voceros en la policroma sala del Congreso, de las falencias ya conocidas cuando sus respectivas campañas, para encontrar salud, educación y desarrollo general, en cada uno de los frentes del quehacer patrios.
Los copartidarios, como en otros tiempos, uniendo esfuerzos y claros anhelos de salir ya de atávicos vicios o ausencias domésticas, y disputar con éxito curules en las Cámaras y contribuir, consensualmente, al arribo y, llegar al pueblo, esgrimiendo satisfacciones, de esas aspiradas por los electores u otros simpatizantes con las ideas y programas esbozados y cumplidos, por Jorge Eliécer Gaitán A y Rafael Uribe U, entre otros.
Si memorizamos de qué matiz es cada uno, o de sus rasgos políticos característicos o de cómo matizar diversos colores o expresar los diferentes aspectos de una cosa, a ¿dónde diablos iremos a parar, descompactados y “casi a tontas y a locas”, para referirnos a aspectos de variado hacer? Aunque es de aceptar que, con el discurso de los años, las costumbres y mentalidades cambian, con exigencias esporádicas, a las que acudir para salir de impases, menester es trabajar con programas que no cambien de la noche a la mañana.
(Con la reverencia y respeto por las opiniones ajenas, en Colombia debieran existir tendencias socialistas, sin exageraciones o exabruptos, ojalá no de los que tenemos conocimientos en otras demografías del mundo actual.)
Se viene hablando de “transformaciones en el servicio militar” obligatorio, en el sentido de que “puedan” comenzar – a la vez -, estudios técnicos. El objetivo es bueno, pues se buscaría adecuar el reclutamiento militar a las exigencias de las FA. Según el senador Luis Fernando Velasco, “y los muchachos dejen de ser el coco” y sean opción para cursar una carrera y claro, educarse. Se sostiene que de esta manera se solucionarían cientos de miles de “remisos que hay en el país”. El Tiempo 15/V/2017
Ejemplar el militarismo, ese con predominio del elemento militar en el gobierno del Estado o el modo de pensar de quien propugna esta preponderancia, sin llegar a las dictaduras.
Alegría de los estratos sociales, habría si el parido Liberal llegase unido a la Presidencia de la República y la fuerza del orden que nos proteja, como cuando tuvo (o tiene) sus fehacientes desempeños, en pro de una Patria en paz.