El Área Metropolitana del Valle de Aburrá presentó los resultados de la encuesta Origen Destino 2017 que servirá para tomar decisiones en torno a la movilidad de la región. Se resalta el tema del tiempo de desplazamiento y el incremento en los viajes en motos y en bicicletas.
La movilidad en el valle de Aburrá es uno de los temas más cambiantes del territorio metropolitano que cuenta con cerca de 3.8 millones de habitantes.
Según la encuesta de movilidad Origen y Destino 2017 (ODE), en los últimos 12 años se ha presentado un cambio considerable en la forma y los medios en que realizamos los diferentes viajes en nuestras rutinas.
Por ejemplo, uno de los temas que más llamó la atención al Área Metropolitana (Amva), como autoridad en materia de movilidad, tiene que ver con el tiempo que las personas emplean para desplazarse de un lugar a otro, que pasó de 25 minutos, en promedio, durante 2005 a 36 minutos en el 2017.
“Lo que más preocupa es el incremento del tiempo de viaje que ha crecido 44% en los últimos 12 años”, indicó Viviana Tobón, subdirectora de Movilidad del Amva, quien resaltó que ante ello se presenta una oportunidad de mejorar el modelo de movilidad.
“Antes llegábamos en 15 minutos a la casa a almorzar y hoy ya no es posible y es algo que tiende a empeorar si no mejoramos el modelo de movilidad porque desde la perspectiva de infraestructura no mucho se puede lograr”, añadió Tobón.
Asimismo, se conoció con certeza la falta de equidad en el modelo de transporte al indicar que los estratos 1 y 2 son quienes toman más tiempo movilizándose, con 38 minutos, mientras que los estratos 5 y 6 sólo emplean 33 minutos.
En promedio se estima que son cerca de 420 horas las que pasamos viajando en el valle de Aburrá, lo que equivaldría a 52.5 días laborales. Sin embargo, la diferencia radica en que quienes más tiempo gastan viajando empleen 456 horas y quienes menos lo hacen se gastan sólo 396, es decir casi una semana más en desplazamiento.
La ODE reportó que son 6.132.000 viajes los que se realizan diariamente en la región metropolitana. De ellos, el 45% se realizan en transporte público, 29% en movilidad activa usando bicicleta y caminando, 26% en vehículos privados y el restante en otros modelos como las aplicaciones de Uber, Cabify, transportes privados.
De la misma forma se estimó que el 64% de dichos recorridos son viajes obligados que se distribuyen en trabajo, estudio y diligencias, que a su vez han generado un desplazamiento en la hora pico de la ciudad que cada vez se ha ido moviendo antes de las horas de pico y placa.
No obstante, el hecho que más llamó la atención fue el incremento del 207% en los recorridos en motocicleta con respecto a lo que se presentaba en el 2005.
Eugenio Prieto Soto, director del Amva, manifestó que se debe usar esta encuesta para ir migrando a movilidad sostenible “y para ello tenemos que hablar de vehículos eléctricos, a gas, híbridos, euro 4, en motos euro 3”.
La subdirectora de Movilidad, por su parte, explicó que este incremento de motos se debe a la realidad social y tiene que ver mucho con decisiones en las planificaciones del territorio por las zonas de difícil acceso donde cuesta mucho llegar en transporte público o en modos de transporte activo.
“Es natural que el valle del Aburrá vea ese crecimiento de la motocicleta. Debemos reducir las externalidades negativas al mejorar la accesibilidad física y cobertura del transporte público, así como las tarifas”, aseveró Tobón.
La tasa de tenencia de vehículos arrojó que son 81 motocicletas, 66 automóviles y quince bicicletas, todos por cada 1.000 habitantes.
De esta forma se estableció que la moto es el vehículo principal en los estratos 1, 2 y 3, mientras que el carro lo hace en los estratos 5 y 6. En el caso de la bicicleta se evidenció que es el vehículo que logra estar presente en condiciones similares en todos los estratos.
“Me sorprende que haya quince bicicletas por cada 1.000 personas, y si eso lo articulamos a la movilidad es muy importante. Tenemos que garantizar cicloinfraestructura segura y más caminabilidad”, aseguró Prieto Soto, quien calificó a la bicicleta como el símbolo de la igualdad y la democracia por sus facilidades de acceso para todos los estratos socioeconómicos.
Es un estudio que permite conocer los detalles de los viajes habituales que realizan los habitantes del área metropolitana en el desempeño de sus actividades diarias.
“La encuesta brinda las herramientas para establecer un modelo de movilidad donde se acentúa el crecimiento en el uso de transportes privados y nos debe llevar a una reflexión sobre la sostenibilidad ambiental, uso del espacio y calidad de vida”, manifestó Tobón.
La idea es articular los resultados para buscar una movilidad sostenible, segura y amable, por lo que será insumo para el Plan Maestro de Movilidad y el Plan Estratégico de Ordenamiento Territorial.