Tiene indicadores que superan el promedio en las categorías de espacio público por habitante, calidad del aire y sostenibilidad ambiental.
Con poco menos de medio millón de habitantes, la capital del departamento de Córdoba es un ejemplo para el mundo entero en sustentabilidad y desarrollo urbano. Está ubicada en la región caribe del país. Además de ser una de las zonas agrícolas y ganaderas más prósperas de Colombia, por alguna extraña razón fue privilegiada con todos los recursos naturales; la baña el río Sinú, situación que aprovecharon eficientemente para organizar la cuadrícula urbana y resaltar la importancia de estar ubicada a su ribera. Siempre es verano en Montería, el accidente climático más relevante es la lluvia, que hidrata los campos frecuentemente y los mantiene verdes. Se ganó el título de la capital ganadera. Por la calidad de sus pastos, se produce una excelente carne. Es de allí que sale gran parte de la carne que comemos del Eje Cafetero hacia arriba. Por su cercanía al mar, a los puertos de Barranquilla y Cartagena, por su exuberancia en biodiversidad en fauna y flora por su clima y por sus buenas prácticas públicas, Montería promete ser la ciudad más próspera de Colombia, por encima de Medellín y Barranquilla que ahora están llenas de reconocimientos.
En el 2016, en Quito, dirigentes y expertos en temas urbanos de más de 160 países, se reunieron en la tercera conferencia de las naciones unidas sobre desarrollo urbano Hábitat III. Allí Colombia recibió algunas cifras no tan alentadoras con respecto al comportamiento de las ciudades y sus crecimientos desordenados. Una de ellas indica que el 78% de las personas viven en los centros urbanos, por lo tanto el 85% de PIB se produce en las ciudades. Diferente al comportamiento de América Latina, la organización urbana es policéntrica, esto implica que 41 ciudades tienen el 90% de la población, con una conurbación exitosa que se debería aprovechar, sin embargo, las áreas urbanas rápidamente están colonizando las zonas rurales, y si le sumamos los fenómenos migratorios a causa del conflicto y la falta de políticas públicas para reorganizar un territorio que crece en población sin infraestructura, el panorama no podría ser peor.
La ONU Hábitat de toda esa hecatombe en la que estamos sumergidos en el ámbito urbano (y que no sirva de consuelo saber que somos de los mejores en América Latina) resaltó a Montería ante el mundo y la ubicó en el top 10 del mundo en temas de desarrollo sustentable y planeación territorial, porque en sólo 10 años, había logrado transformar el territorio, con la implementación de políticas de desarrollo urbano, técnicamente bien elaboradas que la ubicaron como la ciudad de mayores avances en el país y de referencia mundial que además del Reporte del Estado de las Ciudades de Colombia – Recc y el índice de prosperidad urbana ambos a cargo de la ONU Hábitat, muchos otros organismos mundiales refieren el proceso de Montería como ejemplo a seguir.
No lo tiene todo resuelto, pero tiene indicadores que superan el promedio en las categorías de espacio público por habitante, calidad del aire y sostenibilidad ambiental, adicionalmente, el paisajismo, el urbanismo, el equipamiento de las calles, las intervenciones a favor de la movilidad no motorizada y el apoyo a los micro empresarios nacientes hicieron que fueran galardonada con el premio hábitat 2016, que fuera incluida en las ciudades referentes del mundo en sustentabilidad y que aumentara ostensiblemente el flujo de turistas. Este año, en la tercera semana de octubre se realizará por tercer año consecutivo la feria del libro, un evento impensable un par de años atrás para esa ciudad y un indicador contundente de la construcción de #CiudadaníaAntesQueCiudad