Los manifestantes recorrieron lugares emblemáticos de la capital catalana como el templo de la Sagrada Familia, tras dos grandes pancartas en las que se leía "Libertad presos políticos" y "Somos república".
Miles de personas se manifestaron este sábado en Barcelona para exigir la libertad de los líderes independentistas catalanes encarcelados, mientras los partidos se preparan para afrontar las elecciones regionales del 21 de diciembre. Según la guardia urbana de Barcelona, la marcha reunió a 750.000 personas, que pidieron la liberación de ocho miembros del cesado Gobierno catalán y de los presidentes de las dos principales organizaciones independentistas, Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, organizadoras de la protesta.
Entre los encarcelados se encuentra el exvicepresidente del gobierno catalán Oriol Junqueras, investigado, como el resto de sus antiguos compañeros de gabinete, por los presuntos delitos de rebelión, sublevación y malversación de fondos públicos por su participación en la declaración de independencia de Cataluña del 27 de octubre. Los manifestantes recorrieron lugares emblemáticos de la capital catalana como el templo de la Sagrada Familia, tras dos grandes pancartas en las que se leía "Libertad presos políticos" y "Somos república".
A medida que anochecía, los participantes encendieron las linternas de sus teléfonos móviles enfocándolos hacia el cielo para producir un efecto luminoso sobre la multitud de personas que llenaban las calles por las que discurrió la protesta. Entre los asistentes estaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no se ha manifestado como independentista pero ha defendido el derecho de los catalanes a decidir sobre esta cuestión.
Horas antes, en un acto de su partido, Catalunya en Comú (izquierda), Colau acusó al expresidente catalán Carles Puigdemont de haber "engañado a su propia gente" y haber "llevado al país al desastre". No asistió a la manifestación la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, por consejo de su abogado, después de que ayer saliera en libertad tras depositar una fianza de 150.000 euros (174.000 dólares), impuesta por el Tribunal Supremo, que la investiga también por rebelión, sedición y malversación.
Tampoco estuvo presente Puigdemont, que envió un mensaje grabado ayer desde Bruselas -donde se encuentra para no responder a la justicia española-, en el que llamó a la movilización y remarcó que no habrá "barrotes ni exilios" que disuadan a Cataluña de "decidir libremente su futuro a través de las urnas", sin "gobiernos impuestos". También los ocho exconsejeros del Gobierno catalán encarcelados enviaron mensajes a través de sus familiares o amigos en los que hicieron un llamamiento a la unidad y pidieron "no desfallecer" ante el Estado español.
El gubernamental Partido Popular (PP, centroderecha) presentó este sábado un recurso ante la Junta Electoral para solicitar que se impidiera la emisión de esa manifestación por la televisión autonómica de Cataluña (TV3). Uno de los políticos para los que los manifestantes pedían la libertad, el exvicepresidente Junqueras, encabezará la lista de su partido, ERC (republicanos independentistas) a las elecciones regionales del 21 de diciembre.
Esos comicios fueron convocados por el Gobierno español después de cesar al Ejecutivo catalán y disolver a su Parlamento, con el fin de restaurar la legalidad tras la declaración de independencia, que fue suspendida por el Tribunal Constitucional. Según la candidatura provisional aprobada hoy por ERC, también están incluidos otros antiguos miembros del gabinete catalán encarcelados o que están en Bruselas, todos cesados por el Gobierno español e investigados por la Justicia por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación.
ERC, que en 2015 acudió en coalición con el Partido Demócrata de Cataluña (PDeCat)- nacionalistas de centro- bajo las siglas Junts pel Sí (JxSí), en esta ocasión es partidaria de concurrir por separado, frente a la propuesta de Puigdemont (PDeCAT), partidario de encabezar una lista única independentista. Por su parte, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, contrario a la independencia, tendió hoy la mano "a izquierda y a centro, a autonomistas y federalistas" de cara a las próximas elecciones regionales, en las que pidió una gran participación.