En el país, bajo el régimen de Bashar Al Assad, se siguen presentando miles de desplazamientos a causa del conflicto armado.
Miles de civiles y milicianos fueron evacuados este viernes de las poblaciones sitiadas de Madaya, Fua y Kefraya, en diferentes puntos de la geografía siria, en el marco de un nuevo acuerdo entre el Gobierno y la oposición armada.
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En la primera fase del pacto, unas 5.000 personas abandonaron los pueblos chiíes de Fua y Kefraya, en la provincia de Idleb (noroeste), sitiadas desde hace más de dos años por varias facciones islámicas e insurgentes, entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante (alianza de la exfilial siria de Al Qaeda).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que un convoy compuesto por 75 autobuses y 20 ambulancias trasladó a los evacuados, entre los que había 1.300 milicianos leales al Gobierno.
Por su parte, la agencia oficial de noticias siria, SANA, confirmó que 5.000 evacuados de Fua y Kefraya llegaron a la zona de Al Rashidín, a 5 kilómetros de la ciudad de Alepo (norte), desde donde serán llevados más adelante al pueblo de Yebrín, cercano a la urbe.
La agencia señaló que la Provincia de Alepo ha dispuesto alojamientos temporales para las familias de Fua y Fefraya, y cubrirá sus necesidades básicas.
Por otra parte, un segundo convoy de 60 autobuses y ambulancias abandonó la localidad de Madaya, ubicada al noroeste de la capital siria, con 2.200 personas a bordo, entre las que hay 400 combatientes opositores, según el Observatorio.
El director de la ONG con sede en el Reino Unido, Rami Abderrahman, afirmó que 4.500 civiles y combatientes han decidido permanecer en Madaya, tras una "reconciliación" con las autoridades sirias.
SANA cifró en 2.350 los "hombres armados y sus familias" que salieron de Madaya, mientras que otros "grupos armados" permanecerán y legalizarán su situación.
La agencia estatal señaló que "comités locales de reconciliación" están trabajando con las autoridades para ello, pero no especificó cuántos han decidido quedarse en la localidad de unos 40.000 habitantes.
El gobernador de la provincia de Rif Damasco -en la que se encuentra Madaya-, Alá Ibrahim, dijo a SANA que la situación "está bien" después del "arreglo" de este viernes en Madaya y añadió que el sábado tendrá lugar otro parecido en Al Zabadani, ciudad vecina que estaba incluida en el acuerdo desde un primer momento.
Asimismo, explicó que, después de la salida de todos los hombres armados y sus familias, entrarán en Madaya los técnicos de mantenimiento para restablecer los servicios básicos.
Los residentes de Madaya, según el pacto original, serán reubicados en las provincias de Idleb y Alepo, en áreas bajo el control de los opositores.
Las evacuaciones tienen lugar después de que Hizbulá e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista alcanzaran a finales de marzo un acuerdo, auspiciado por Catar, para evacuar Madaya, Al Zabadani, Fua y Kefraya.
En septiembre de 2015, se logró un acuerdo similar en esas zonas, que posibilitó la salida de algunas personas, pero que no llegó a completarse por la continuación de las hostilidades.
La Comisión Suprema de las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora siria, rechazó en el pacto aplicado este viernes por considerar que forma parte del proyecto de Hizbulá e Irán para llevar a cabo "un cambio demográfico en Siria sobre bases sectarias", según un comunicado.
Esta no es la primera vez que se llevan a cabo evacuaciones en zonas disputadas por los rebeldes y las autoridades, que han sido acusadas de querer efectuar un cambio demográfico trasladando a la población chií -mayoritariamente partidaria del presidente Bachar al Asad- a las zonas dominadas por el ejército.
Hay personas que se han resistido a abandonar sus hogares, pero otras han preferido escapar del largo y horrible asedio.
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En Madaya, cercada por las fuerzas gubernamentales desde julio de 2015, decenas de personas han muerto por inanición y la urbe se hizo conocida después de que activistas hicieran circular en internet fotografías de niños muy desnutridos y habitantes alimentándose de hierba.
La ayuda humanitaria ha entrado con cuentagotas en estas localidades debido a la dificultad de las organizaciones para acceder a las zonas sitiadas, escenario en ocasiones de combates y bombardeos.
Hace un mes, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en colaboración con la Media Luna Roja Siria y la ONU, pudo entregar alimentos y medicinas a los residentes de Madaya, Al Zabadani, Fua y Kefraya.
De acuerdo a datos recientes de la ONU, unos 650.000 sirios viven en trece áreas asediadas y necesitan urgentemente asistencia.