El Estado con su modelo profundamente clientelista escoge los ganadores y los perdedores de la economía, define a quien le pone obstáculos y trabas para competir
En el marco del 2do. Congreso Empresarial Colombiano –CEC- organizado por la Andi pude plantear a 1.500 empresarios mis ideas para reactivar la economía del país. Existen dos caminos para hacerlo: el primero, seguir por donde vamos, medidas coyunturales para apagar incendios y resolver el problema del momento resultado de la dependencia en materias primas, la tasa de cambio y la economía extractiva.
El otro camino es buscar un cambio estructural, una política de desarrollo empresarial con un proceso que le apueste a la productividad. La productividad nos va a garantizar la sostenibilidad de un crecimiento de más del 5% para reducir la inequidad y que generar oportunidades para todos.
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Para garantizar el crecimiento es necesario que todos los jugadores tengan las mismas reglas de juego y no un campo desnivelado como el que tenemos hoy. En otras palabras, hay empresarios que al oír el silbato, comienzan su carrera en la línea de partida, otros arrancan 50 metros adelante, otros desde 5 metros atrás y la gran mayoría, ni siquiera puede participar.
Lo que haré como presidente de Colombia es generar una economía donde todos participen y arranquen desde la línea de partida, que todos tengan las mismas garantías en la carrera y todos, además, tengan las mismas oportunidades de ganar. El Estado con su modelo profundamente clientelista escoge los ganadores y los perdedores de la economía, define a quien le pone obstáculos y trabas para competir. El clientelismo nos cuesta entre el 3 y 5% del PIB cada año, recursos perdidos para lograr que la economía crezca de manera sostenida y sosteniblemente.
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Para lograrlo, tendremos en primer lugar que bajarles los impuestos a las empresas micro, pequeñas y medianas y estimularlas a ser más productivas, a innovar y a exportar para insertar nuestra oferta exportadora en las cadenas de valor. Segundo, eliminar las exenciones ineficientes que nos cuestan a los colombianos 30 billones de pesos y que podríamos estar invirtiendo en estimular a estas empresas que representan el 99% del total de empresas del país.
Mi apuesta es por la productividad y reversar así las estadísticas de decrecimiento del 0.53 que hemos padecido los últimos 4 gobiernos en esta materia. En el País de las Oportunidades que lideraré, voy a buscar un modelo orientado a la productividad, la innovación, la exportación y la movilidad social en la economía. Ya es hora de cambiar.