La academia pueden jugar un papel importante en detener a los corruptos.
A los escándalos de corrupción que tanto nos acosan le podemos meter más ciencia. La academia pueden jugar un papel importante en detener a los corruptos.
En primer lugar la ciencia para rastrear corruptos esta inventada hace rato. No solo existe software muy sofisticado para rastrear dinero sino también para prender alarmas. El dinero tarde o temprano pasa por el sistema financiero o por algún medio electrónico. También están las ciencias sociales, es decir, la psicología, la psiquiatría y demás ciencias del comportamiento que ayudarían a perfilar a los posibles corruptos.
De otro lado, también esta inventada la ciencia para castigar a los infractores ciudadanos. Alguien decía que la mejor universidad del país es Avianca, porque una vez un colombiano pisa suelo de país desarrollado se comporta como ciudadano de país desarrollado: conduce bien, respeta las normas, y sobre todo le tiene miedo a la autoridad. ¿Y cual es la ciencia aquí? Una combinación de presencia de la fuerza, con una amenaza creíble de que la infracción de la norma será castigada duramente.
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Un tercer aspecto en el que la ciencia podría ser útil sería con la presencia de más académicos en lo público. Aquí las opciones son variadas. Ya en una columna anterior había propuesto que debería existir curules legislativas para académicos de larga trayectoria y experiencia. Es decir para personas cuyo trabajo e interés no sea una carrera política, sino más bien dejar un legado. El proceso de escogencia debería ser extremadamente riguroso, pero eso es cuestión de un buen diseño. En otras áreas de gobierno, podría tenerse una política más abierta de datos. De tal forma que cualquier estudiante o investigador pudiera analizar lo que se esta haciendo con sus impuestos.
A este país y a este gobierno hay que meterle más ciencia y más academia. Es verdad que 20 años atrás las universidades colombianas de calidad eran pocas y que los académicos serios eran escasos. Las cosas han cambiado, cada vez hay mas PhDs con ganas de hacer cosas por este país, tenemos que encontrar la forma de aprovechar todo este capital, no sólo para formar gente en las aulas sino para luchar contra los que hacen mal las cosas.