Los niveles de este componente en el aire del municipio antioqueño representan un grave riesgo para sus habitantes.
El uso del mercurio en la actividad minera ya es un problema de salud pública y no solo un conflicto de impacto ambiental, este metal pesado daña los riñones y el cerebro de quienes habitan cerca a la áreas contaminadas con este elemento. Así lo explicó el profesor de la Universidad Británica de Columbia, Marcello Veiga.
El ingeniero en metalurgia y geoquímica ambiental, ha dedicado los últimos 40 años de su vida al estudio de las prácticas mineras alrededor del mundo, durante su incursión científica en Colombia pudo identificar que, la manipulación del mercurio en la extracción aurífera ha hecho del aire de Segovia, el más contaminado del mundo con este componente.
“Nosotros detectamos 10.000 nanogramos de mercurio por metro cúbico en el aire de Segovia, cuando lo normal según la Organización Mundial de la Salud son dos nanogramos por metro cúbico”, reveló el profesor.
Los análisis realizados por Veiga indicaron además que la utilización del químico en cuestión no está disminuyendo, a pesar de que Colombia hizo parte de la convención de Minamata, en la que los países participantes se comprometieron a erradicar el uso de este, aún así su exportación no ha “podido frenarse”.
“Si tu consultas con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), vas a encontrar que Colombia importa muy poquito mercurio, pero eso no es verdad, este producto se está contrabandeando mucho y México es uno de los principales exportadores”, aseguró el experto.
Las ganancias obtenidas a partir del contrabando de mercurio no llegan a grandes cifras. De acuerdo con el profesor, existen unos personajes conocidos como coyotes, quienes se encargan de pasar el químico de manera irregular de un país a otro; por cuenta de este negocio esos contrabandistas pueden recibir hasta US$8.000 semanales. “No es mucho dinero, pero si es bastante para una o dos personas porque los traficantes del producto son muy pocos en realidad”.
Según los trabajos de campo realizados por Veiga, los principales consumidores de ese mercurio irregular en el mapa mundial son: China, Indonesia y Colombia, aunque el país cafetero registra el mayor índice de importación de este componente per cápita con 250 toneladas anuales.
A juicio del experto geoquímico antes mencionado, la única salida para mermar el impacto del mercurio en la salud y en el ambiente, es la educación. “Nosotros estamos hablando con el Sena para que cree un espacio de orientación con los pequeños mineros en Colombia, pues un minero que no tiene educación no puede ser formalizado”.
Así las cosas, otra de las contribuciones a la disminución progresiva en el uso del mercurio, desde la perspectiva del profesor, es la coexistencia entre la gran empresa minera y los mineros artesanales, de este modo los procesos adelantados de cara a la formalización y educación de los ‘barequeros’ pueden perdurar en el tiempo, sin importar que cambien los gobernantes, entonces “las compañías deben tener la sensibilidad para trabajar articuladamente y de esta manera lograr que se implementen métodos más limpios de trabajo”.
En medio del adverso panorama, Veiga resaltó que Colombia es el país más adelantado de todos en búsqueda de planes con el objetivo de solucionar este conflicto, “actualmente tenemos casi diez proyectos nacionales de ayuda al pequeño minero para cambiar el uso del mercurio. Pero este cambio no va a ocurrir a través de una legislación, insisto, se va a dar a través de la educación”.
“Es muy importante que se tenga un plan de instrucción donde el minero se convenza de que va a ganar más dinero y va a trabajar mejor usando métodos más limpios. No es fácil porque transformar a un pequeño minero implica pasar por una burocracia muy grande, pero el Gobierno tiene la voluntad política y ha hecho un buen trabajo, yo creo que de todos los países que conozco, Colombia es el que está más avanzado”, puntualizó el experto.
Alternativa al uso de mercurio
Actualmente en la actividad minera se usa el cianuro para obtener el oro, este componente es más tóxico pero no se queda en el ambiente por siempre, de ahí que los efectos causados con este producto son mucho menores que los del mercurio, afirmó el profesor Veiga.
El hecho preocupante con el cianuro, dijo el experto, es que se está combinando con el mercurio en la solución química para la separación del metal aurífero. “Esa es un práctica perjudicial denominada relave; el resultado de ese compuesto toxico se llama cianuro de mercurio y, cuando llega a las quebradas acaba con la vida en los afluentes”.
“La eliminación de mercurio tiene que ser inmediata, la dificultad radica en la fuerza política que poseen algunos de esos ‘tiburones’ que trabajan con este producto químico. Entonces aquí el trabajo ya no es de la ciencia, es la Policía el órgano que debe encargarse de controlar esto”, replicó el geoquímico.