Seis cuentos integran la obra Reunión en casa, título que será presentado este miércoles, a las 6:00 p.m., en el Edificio Claustro Comfama (San Ignacio). Será una cita literaria de entrada libre.

Se trata de un sexteto de relatos urbanos, de palabras de ciudadanos que dejan ver el interés de Memo Ánjel por las historias cotidianas, por esas particularidades de los hombres y mujeres “de a pie" de diferentes devenires, quienes en su literatura se hacen importantes, interesantes, atractivos.

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El autor viaja por culturas, por países, por realidades diversas, sin dejar sus orígenes judíos, esos que siempre tiene presentes en sus relatos para Radio Bolivariana, cuando es invitado a contar historias en alguna tertulia, evento académico o pánel; cuando dicta sus clases en las aulas de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.  

De acuerdo con Luis Fernando Macías, editor de Palabras Rodantes, el programa de literatura con el cual el Metro de Medellín y Comfama invitan a leer mientras se viaja entre sus estaciones; en Reunión en casa, Memo Ánjel “nos ofrece, en seis cuentos, una muestra de ese mundo, mágico por su resonancia bíblica y por la poesía de las costumbres judías, expresada en el amor de los extraños solidarios en el país de los otros, fascinante por la manera pausada y sutil como expresa problemas esenciales en asuntos aparentemente simples. En medio de los cuentos judíos hay dos cuentos norteamericanos que proponen el olor de las atmósferas faulknerianas y esa sensación de que debajo de la historia subyace la desolación de la existencia”.

Son “seis cuentos y uno de ellos, es el que le da el nombre: Reunión en casa. Los cuentos tienen que ver con la búsqueda de identidad (Reunión en casa, El balcón), con un homenaje a los territorios de William Faulkner (El laberinto, Antes del partido) y con absurdos cotidianos (Álbum familiar y La corbata). Y en todos ellos la pregunta es ¿quién soy frente a lo que pasa?”, aseguró el autor.

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Según Ánjel, “son cuentos urbanos por los que desfilan judíos sefardíes que dan cuenta de sí y de los tiempo; alguien que huye, un beisbolista y el asunto de un regalo. Y se dan en varios lugares de la tierra, pues considero que la literatura es la pregunta y el tiempo, más que los sitios y las anécdotas (…) En los textos que escribo he ido muy al margen de la literatura que nos caracteriza, buscando con esto crear otras voz y entrar en otros asuntos. Y en esta diferencia, doy a conocer otros espacios donde, de alguna manera estamos todos”.

“Un lector quiere que lo pongan a imaginar, quiere convertir lo que lee en algo de su vida, busca situarse en otra realidad. Incluso cambia lo que lee y así le da más apropiación, como decía Ricardo Piglia. Y bueno, lo que hago es eso, que el lector imagine entrando en espacios que no había tenido en cuenta. Y que se pierda en ellos hasta encontrarse”, concluyó el escritor.

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