Medellín, el primer destino de la atleta Angie Paola
Angie Paola Gómez, una joven deportista que da sus primeros pasos en el atletismo, se estrenó en Medellín como dueña de un podio en el Abierto Nacional Paralímpico.
Las piernas se le inflamaron y tuvo calambres tras pisar la pista atlética del Alfonso Galvis. Fue una reacción natural de su cuerpo, acostumbrado a correr sobre arena y sin las zapatillas indicadas.
Angie conoció a Medellín el fin de semana. Llegó desde su natal Mocoa a competir por primera vez en un certamen oficial de atletismo para deportistas con discapacidad. Hace apenas dos meses comenzó a correr y el sábado pasado ganó su primera carrera oficial. “Nunca había viajado para competir, se siente bonito viajar y saber que después de una carrera terminas como la mejor”, dice Angie, de 17 años y quien nació sin su antebrazo derecho.
“Los médicos me explicaron que el cordón umbilical se enredó en el brazito y no lo dejó desarrollar. Pero yo igual desde niña nunca lo he visto como problema y pongo a funcionar mi brazo normalmente sin problemas”, dice la joven deportista con una sonrisa y mirada expresiva.
Cuando comenzó, Angie tenía un tiempo de 16,90 segundos en los 100 metros planos. El viernes marcó 15,88. Hace unas semanas registró 15,26 en un chequeo en Mocoa y se le iluminan los ojos cuando proyecta una próxima marca personal. Angie la tiene clara y habla del récord mundial de su categoría (13,15) como un logro alcanzable real en un futuro.
El próximo reto será alcanzar un cupo a los Panamericanos juveniles en Sao Paulo. Y así como cruzó la frontera de su querido Putumayo para llegar a Medellín, Angie sueña con cruzar otras fronteras y llegar más lejos; piensa en Brasil, un país que es cercano a su tierra natal, pero que hasta que empezó en el atletismo estuvo lejano.
Ahora seguirá trabajando para ese Panamericano; es una de las deportistas que están en el foco del Comité Paralímpico Colombiano con un futuro promisorio. Se trazó como meta su presencia en los próximos Juegos Paralímpicos y prometió que cuando sus piernas y determinación la lleven a conocer muchas otras tierras, siempre recordará que en Medellín dio el primer paso. Fue su primera escala.