Un panorama sin grandes variaciones fue el balance descrito por los ciudadanos consultados por EL MUNDO, apropósito de los efectos del día sin carro voluntario impulsado por la Concejal Daniela Maturana y apoyado desde la alcaldía por Federico Gutiérrez. Estas personas se diferenciaron en sus diagnósticos, pero el elemento en común fue el desconocimiento de esta iniciativa.

“Somos solidarios, pujantes, emprendedores, nos apoyamos; esas son las características de nosotros los paisas y quienes amamos esta región. Es por eso que en momentos de crisis, quiero que apelemos a la solidaridad y la empatía. Los invito este próximo 4 de abril a que juntos dejemos nuestros carros y nuestras motos en la casa y hagamos un #DíaSinCarroPorConvicción y no por restricción”, indicó la concejala Maturana en sus redes sociales.

La propuesta fue apoyada por la administración local, algunos líderes de opinión y la empresa privada. Con respecto al último, Nequi, que hace parte del Grupo Bancolombia, ofreció 1.000 pesos por kilómetro recorrido en bicicleta.

Sin embargo, para personas como Luis Miguel Molina, quien se desplazó durante este día en bicicleta, no tuvieron un balance positivo frente a esta propuesta.

Molina aseguró que conocía la propuesta, sin embargo“no vi disminución en la cantidad de carros circulando. Por ejemplo, en Las Palmas - Sandiego había el mismo trancón de todos los días. No creo que estas medidas voluntarias sean efectivas porque el asunto del carro es cultural y de estatus social; el transporte público es muy congestionado y no es lo suficientemente bueno como para hacer que una persona tome esta opción voluntariamente por encima de los vehículos particulares”, argumentó este ciudadano.

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Fabián Montoya, un comerciante que trabaja en la zona de La Alpujarra manifestó que no sabía de la existencia de esta propuesta, pero afirmó que “es lo mismo, no ha cambiado nada. Si es voluntario, la gente sabe que tiene la posibilidad de no hacerlo, pero cuando pero si lo reglamenta la alcaldía, ahí sí todos corren a guardar el carro. La idea es que se debe generar conciencia, que sea voluntario. Pero por ahora no hay esa mentalidad”.

“No sabía la existencia de la medida, pero he visto que hoy no ha habido casi taco, ha mejorado mucho. Pero para que la gente opte por dejar el carro en casa, se debe generar mayor seguridad para que no se roben las bicicletas. Porque uno puede tener la voluntad de moverse en este tipo de transporte, pero desmotiva que siempre haya posibilidad de que me roben”, indicó Marisela Muñoz, una vendedora ambulante del mismo sector.

Para Daniel Carvajal, un joven que se moviliza diariamente en vehículo particular manifestó conocer la propuesta, y argumentó que a pesar de que “se vieron los mismos vehículos, algunas personas en vez de ir en automóvil, usaron sus bicicletas y las reportaron con la app de Nequi para obtener el incentivo. Yo lo hice parcialmente, porque en la mañana requería de un vehículo para transportar unos afiches y material educativo a una institución. En cambio, en la tarde no lo requería y por eso tomé un taxi”.

Balance de la Concejala Daniela Maturana

La corporada manifestó que le hubiera gustado que se sumaran más carros. “Sin embargo, ya que 10, 20 30 o 100 vehículos se hayan quedado parqueados, ya eso es una ganancia. Hay que seguir insistiendo y no podemos desfallecer porque no dejaron de salir 1.000 carros. Yo creo que sí funcionó porque tuvimos grandes entidades vinculadas con la iniciativa; como Sapiencia, Auteco, Bancolombia a través de Nequi, Colegio Mayor, entre otras”.

“La idea es llamar a la conciencia. No necesitamos estar en una emergencia para reflexionar sobre nuestros hábitos, sino que al menos una vez a la semana, las personas tomen la decisión de organizar su semana de lunes a domingo, y elija algunos días para movilizarse en transporte alternativo diferente al vehículo particular”, agregó la concejala.

Frente a su día sin carro, Maturana relató que fue “multimodal”, ya que desde las 5:00 a.m. se fue en bus, y aunque llegó muy rápido a su destinó, dejó la reflexión de que hayan horarios establecidos para el transporte público para que los ciudadanos programen sus tiempos. Luego se trasladó caminando y de esto manifestó que en algunas zonas hacía falta señalética y puso énfasis en la importancia de la cultura ciudadana en el proceso de ser un actor en la vía, en específico peatón.

Posteriormente, relató que se fue en Metro hasta industriales, se transfirió al Metroplús para ir a un compromiso que tenía en Belén sobre escenarios deportivos. De esta modalidad aseveró que estaba “llenísimo, hacía mucho calor. Cuando la gente se queja de esta modalidad tiene sentido. Debemos analizar cómo estamos de flota, ver la posibilidad de aumentar la cantidad de articulados para potencializar la herramienta”.

Para Maturana, esta experiencia fue satisfactoria, aunque fue creada por su equipo de trabajo, estos la convencieron de proponerla y lo calificó como algo que la llena de orgullo. Por esto, según lo mencionó, espera realizar su día sin carro por convicción una vez a la semana y hacer un informe acerca de las experiencias.