Medellín y Antioquia le invierten menos a la cultura

Autor: Yonatan A. Rodriguez Alvarez
14 mayo de 2017 - 06:35 PM

Luego de más de una década de inversiones históricas en el sector cultural departamental y municipal, los presupuestos gubernamentales aprobados para este 2017 evidencian recortes.

Medellín

En Medellín y Antioquia la inversión en cultura disminuyó respecto a las pasadas administraciones. Durante el periodo 2012 - 2015, la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín y el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia tuvieron presupuestos mayores que representaban una más notable participación porcentual respecto a la inversión total de los dineros públicos, si se analizan los asignados en lo que va del período 2016 - 2019.

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Para el año 2015, la inversión en cultura de la Alcaldía de Medellín fue de $126.000 millones, pero para el 2017 es de $102.942 millones, lo que significa que el presupuesto bajó $23.058 millones. Este panorama no mejora en Antioquia, ya que en el 2015 el Instituto de Cultura y Patrimonio reportó  $23.711 millones, mientras que, en 2017, el monto base es un total de $21.390 millones, lo que evidencia $2.321 millones de recorte presupuestal. La suma de ambas reducciones deja una pérdida total para la cultura de $25.379 millones.

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Sergio Restrepo, exdirector del Teatro Pablo Tobón, precisó que “Antioquia venía con un presupuesto reducido por un tema de ejecución, que entiendo, según me ha dicho la directora del Instituto de Cultura y Patrimonio,  vía proyectos están recuperando esas cifras. En Medellín tengo una preocupación mayor, más que la reducción del presupuesto, es que la estructura operativa de la Alcaldía de Medellín la ha convertido en un operador. En algún momento se pensó en liberar la Secretaría de eso, con el proyecto Medellín un gran escenario, pero no se continuó. Entonces su labor de eventos, la contratación artística y sus edificios (entre ellos las bibliotecas) hacen que no tenga el tiempo ni la capacidad para el desarrollo de las políticas públicas”.
De igual manera, el gestor cultural enfatizó que “no solamente se deben aumentar los presupuestos, sino optimizarlos, las dos cosas al tiempo”.

Economía Cultural

Desde la perspectiva de la gestora cultural Martha Elena Bravo, es claro que la región ha hecho un esfuerzo importante en cuanto a la formulación de políticas culturales con amplia participación comunitaria desde los años 80, no obstante, es fundamental transformar esos planes de desarrollo y esas políticas en hechos.

“Es muy importante que no sean sólo intenciones y que tengan soportes económicos, porque eso contempla una responsabilidad frente a la cultura y, sobretodo, porque eso implica una inversión social. Se trata del desarrollo humano de las localidades, eso no es un gasto”, argumentó Bravo, quien agregó que la necesidad de la cultura no es “la plata por la plata” sino convertir esos recursos en una forma para la construcción de la dignidad humana.

“El presupuesto no es un añadido, sino la consecuencia de un desarrollo político hacia un hecho concreto. Creo que la necesidad más importante en este momento en el sector es el fomento a la creación, creación en todos los órdenes, no sólo artística. Es importante que emerjan formas de comunicación; de habitar un territorio; de memoria, de patrimonio material o inmaterial, eso requiere proyectos políticos serios, porque la cultura es un derecho”, concluyó la académica.

Para el analista presupuestal y doctor en Administración Pública, Alfonso León Gutiérrez Londoño, el cumplimiento del plan de desarrollo, se hace efectivo con la ejecución de proyectos, que deben permitir solucionar los problemas identificados en los diagnósticos hechos en cada sector, de ser posible, mediante políticas públicas.

“En el caso concreto de la inversión social en cultura, las fuentes corresponden a los ingresos transferidos del Sistema General de Participaciones en el componente de propósito general. Otros recursos son los provenientes de los ingresos corrientes de la entidad territorial y las cofinanciaciones”, añadió el experto al referirse al orden departamental.

“El artículo 350 de la Constitución Nacional, que hace referencia a la ley de apropiaciones o gastos, señala que la inversión social no podrá disminuir porcentualmente con relación al año anterior. El no cumplimiento de esta disposición, viene afectando notoriamente el avance en la solución de problemas específicos de los diferentes sectores, incluido el de cultura tanto en el Departamento como en los municipios”, detalló Gutiérrez Londoño sobre los balances presentados por la administración departamental y sus particularidades.

Antioquia

Isabel Cristina Carvajal, directora del instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, se mostró optimista pese a la reducción, asegurando que la entidad “tiene la posibilidad de conseguir recursos mediante gestión, con lo que se ha logrado vincular proyectos por valor de $8.100 millones, que sólo están pendientes de trámite financiero pero están asegurados”.

Carvajal también se manifestó a gusto con la ejecución presupuestal que lleva el Instituto hasta el momento, correspondiente al 32% de los $21.390 millones que le corresponden a cultura para el 2017.  Esto, luego de que para la vigencia del año pasado sólo alcanzaran a ejecutar el 81% del presupuesto de entonces, equivalente a $16.657 millones.

Ni en 2016 ni en 2017, los recursos de la cultura en Antioquia superaron el 0.5% de participación del presupuesto general del departamento, una situación que pudo obedecer a que hasta el 24 de julio de 2016 el Instituto estuvieran sin director en propiedad, justo los primeros seis meses de la administración, cuando se formulaba el Plan Desarrollo.

De acuerdo con Carvajal, los esfuerzos financieros para lo que resta del año se concentrarán en proyectos específicos como los teatros de los municipios del Carmen de Viboral ($500 millones de aporte), La Ceja ($500 millones para adecuación) y Marinilla ($1.500 millones de aporte), un proyecto que habría estado detenido durante dos administraciones. Igualmente se encuentra entre las prioridades del Instituto la Escuela de Arte Débora Arango en Envigado, un proyecto para el que la entidad contribuirá con $3.000 millones.

“Desde infraestructura cultural estamos apoyando a varios municipios por medio de cofinanciación. Todas nuestras prioridades las tenemos que iniciar este año, porque la que no iniciemos en estos meses, no las podremos terminar. La Gobernación está muy enfocada en fortalecer a la cultura tanto en términos de infraestructura, como de gestión y promoción”, destacó la directora.
Sobre la reducción presupuestal en el departamento, Juan Carlos Sánchez, director del Teatro Pablo Tobón Uribe y ex director del Instituto de Cultura de Antioquia, advirtió que en los artistas y gestores culturales del departamento tienen derecho a acceder a los fondos públicos, fruto de relaciones basadas en la gestión técnica y no política: “La reducción del presupuesto pone en riesgo un esquema de financiación y cofinanciación que ha demostrado que los fondos concursables, los Planes Sectoriales de las artes, el Sistema de Participación Cultural y el modelo de comunicación pública inciden de manera determinante en el cumplimiento de los derechos culturales de la población Antioqueña”.

El músico y gestor cultural agregó que el departamento no puede retroceder en ese modelo de acompañamiento territorial que generó cercanía y confianza entre el Instituto de Cultura, las administraciones municipales y diferentes organizaciones culturales y artísticas.

“Los programas y estímulos que lograron tener una gran apropiación del movimiento cultural Antioqueño no debieran desaparecer, ni reducir los techos presupuestales sostenidos entre el 2012 y 2015. Hay que destacar el modelo de asistencia técnica territorial que permitió que la institucionalidad acompañara directamente a los municipios, evitando que las personas tuvieran que venir hasta Medellín para realizar gestiones y asesorías”, argumentó Sánchez.

Medellín

Amalia Londoño, secretaria de Cultura de Medellín, dijo a EL MUNDO que se encuentra fuera de la ciudad y, además de pedir a su equipo de Comunicaciones que enviara algunas cifras requeridas para este texto, no dio más explicaciones sobre la reducción en el presupuesto para la cultura del municipio.

Jorge Melguizo, ex director de la Secretaría de Cultura de Medellín, señaló que el principal daño de la reducción en el presupuesto de este sector en la ciudad se verá reflejado en estructura cultural que por más de una década han levantado las pasadas administraciones municipales.

“En su mejor momento, Medellín llegó a manejar más presupuesto para atender la cultura de la ciudad que lo que tenía el Ministerio de Cultura para trabajar en todo el país. La Secretaría de cultura llegó a administrar un 5% de todo el presupuesto, y ese era un porcentaje en el mundo al que sólo había podido llegar Barcelona, entonces la ciudad se constituyó como un símbolo”, recordó Melguizo, quien lamentó la desfinanciación de un sector que ha sido “el principal motor de transformación social de la ciudad”.  

La exsecretaria de Cultura, María del Rosario Escobar, quien estuvo en el cargo durante el periodo 2012-2015, también emitió una voz de alerta sobre los efectos de la disminución o la redistribución de los recursos de la cultura en la ciudad, mostrándose especialmente preocupada por la continuidad en el proceso de la formación de públicos que se había fomentado: “Hay que darle importancia a los proyectos de largo aliento, porque con 10 o 12 años no vamos a ver resultados. Se ha hecho ya una inversión muy grande, porque se trata de lograr un cambio cultural generacional. Es importante entender que la formación de públicos no es un asunto de taquilla, sino también  formación de dirigentes”, enfatizó.

Escobar concluyó que esta reducción llega en un momento crítico, justo cuando la empresa privada, otra de las fuentes de financiación del sector cultural atraviesa una crisis profunda que hace aún más difícil el apoyo y el mecenazgo, “es grave también, porque se fomenta una mayor oferta de grupos y artistas, un cambio profesional, que justo ahora se ve detenido”.

Comparativo con el presupuesto nacional

Para 2002, el primer año de gobierno de Álvaro Uribe, siendo titular de Cultura María Consuelo Araújo, el presupuesto del ministerio se consolidó en $56.928. millones, mientras que para 2006, ya se había consolidado en $108.768 millones.  En 2007, siendo ministra Elvira Cuervo de Jaramillo, esta cifra ascendió a $127.906 millones, una tendencia que continuó en 2008 con la nueva jefa de esa cartera, Paula Marcela Moreno Zapata, quien adminsitró un presupuesto inicial de $163.515.000.000 y terminó con $193.782 millones en 2010.  Para el cambio de gobierno, Juan Manuel Santos debutó en el sector cultural con $211.918 millones en 2011, siendo Mariana Garcés Córdoba la nueva cabeza de este misterio, con quién se llegó en 2016 a la adminsitración de $319.166 millones. Es en 2017 cuando se genera la ruptura, y por primera vez en muchos años el presupuesto experimeinta un retroceso,  quedando fijado en $302.024 millones.

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