Con la instalación de tachas en las vías para señalizar los carriles, radares que informan cuál es la velocidad al conducir y señales verticales luminosas, la Alcaldía de Medellín busca reducir la mortalidad y el índice de accidentes.
De acuerdo con esto, la Secretaría de Movilidad informó que en los diez tramos de mayor accidentalidad ya se cuenta con 30 radares y diez señales de velocidad, que operan con paneles solares amigables con el medio ambiente.
“Tenemos que disminuir las muertes en la ciudad de Medellín y lesiones graves, que en el año 2010 fueron incluso más de 1.000 personas que quedaron con lesiones permanentes y graves”, acotó Mario Ramírez, subsecretario de Seguridad Vial y Control de la Secretaría de Movilidad de Medellín.
Sólo en 2016 fallecieron en accidentes en Medellín 98 motociclistas; 23 parrilleros, 125 peatones, cuatro conductores de carro y el mismo número de ocupantes, así como doce ciclistas.
“Lamentamos la muerte de todas estas personas. De verdad que no queremos perder más vidas en la vía y por eso estamos haciendo estos esfuerzos económicos, de inversiones en los diferentes sectores de mayor accidentalidad”, subrayó Ramírez.

Alianza para salvar vidas
El funcionario de la Secretaría de Movilidad comentó que para llevar a cabo estas medidas se viene trabajando en alianza con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que destinó 4.011 millones de pesos para diferentes componentes.
En el convenio que se tiene con la Agencia se hace un comparativo con respecto a 2014, año en el que ocurrieron 291 muertes registradas por Forensis en la ciudad de Medellín.
En 2015 fueron 274 casos, mientras que el año pasado se cerró con un total de 266 fallecidos por accidentes de tránsito. Así, los indicadores dan cuenta de una mejoría del 9% respecto a 2015 y del 23% en comparación con 2014.
“Los esfuerzos sí se han estado viendo reflejados en salvar más vidas y esperemos cero tolerancia con las muertes en la vía pública”, expresó Ramírez.
El subsecretario invitó a la ciudadanía a participar activamente de estos procesos de seguridad vial, señalando que “esto sólo no puede ser de la Administración, tiene que ser también con el ciudadano y con los diferentes actores viales”.