La poliomielitis es una enfermedad viral que se evita únicamente con la vacuna.
Ante la alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud sobre la reaparición de la poliomielitis, el Ministerio de Salud tomó las medidas correspondientes, buscando la forma de blindar a la población colombiana ante el regreso de esta enfermedad.
Es que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se reportó un caso de polio en un niño indígena de dos años en Venezuela, país donde la enfermedad viral había sido erradicada hace 29 años.
"Un poliovirus vacunal Sabin tipo 3 fue aislado y tipificado por el laboratorio de referencia nacional, el Instituto Nacional de Higiene 'Rafael Rangel', en la muestra de este paciente colectada el 30 de abril de 2018", señala la OPS en un comunicado.
La organización precisó que el menor no tiene antecedentes de vacunación y es "residente de una comunidad indígena sub-inmunizada" en el estado Delta Amacuro, donde prevalecen condiciones de extrema pobreza.
El caso prendió las alarmas en el país y los organismos de salud ya empezaron a tomar medidas que blinden a Colombia ante la posible llegada del virus.
Rita Almanza, líder de epidemiología de la Secretaría de Salud de Medellín, manifestó que "el polio es una infección causada por un virus que ocasiona fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta. En un nivel más grave ocasiona un daño a nivel neurológico, lo que se llama una parálisis flácida en los miembros inferiores"
"En la ciudad no se registran casos desde 1989, esto gracias a los programas de vacunación, a la mejoría de las condiciones sanitarias de la ciudad y al acceso efectivo a los servicios de salud" aseguró la líder.
Diego García, director de vacunación del Ministerio de Salud, habló de la serie de medidas que se alistan en el país frente al anuncio de la Organización Panamericana de la Salud.
“El año pasado estábamos en una coberturas del 91% con la vacuna de polio. Este año la cobertura es del 95% y se espera finalizar el año con el 97%. Al parecer la población colombiana está haciendo caso. Hemos venido realizando seguimiento por la llegada de los casos de sarampión procedentes de Venezuela, para que los adultos acudan a los puestos y pongan a los niños al día en la vacunación. ”, afirmó García.
El funcionario resaltó que "desde el año pasado y en respuesta a la situación migratoria se ha garantizado puestos de vacunación en los puntos fronterizos, para que los que llegan a Colombia pongan las vacunas a los niños", confirmó el director.
La vacunación a tiempo de los niños y niñas menores de un año contra la poliomielitis ha hecho que esta, haya sido erradicada de Colombia por 27 años.
"El mensaje para la población colombiana es que pongan más vacunas a los hijos en las edades que están registradas en el carné de vacunación. El país tiene una alta cobertura de vacunación, lo que da una parte de tranquilidad", manifestó García.
"La comunidad médica tiene la adecuada formación y quedó demostrado con el caso de sarampión, que fue reportado de inmediato respondiendo de manera oportuna para actuar de manera eficaz", destacó Diego García.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el polio es una enfermedad viral altamente infecciosa que invade el cerebro y la médula espinal y causa parálisis permanente en una pequeña proporción de pacientes. No tiene cura y puede ser mortal. El virus, que afecta principalmente a niños pequeños, se transmite de persona a persona y también se puede transmitir a través de alimentos y agua contaminada.
La OPS define a la poliomielitis como una enfermedad causada por un virus contagioso que ataca al sistema nervioso y causa parálisis. Al entrar el virus al organismo por la boca, se multiplica en el intestino y genera síntomas como cansancio, cefalea, fiebre, vómito, rigidez del cuello y dolores en los miembros.
Para limitar el riesgo de brotes del virus importado es necesario mantener inmunizada a una gran cantidad de la población objeto. Sin embargo, es necesario continuar redoblando los esfuerzos . Para finalizar el 2018, Colombia espera contar con una cobertura del 97% de vacunación.
Polio subclínica o abortada: entre 7 y 14 días después de haber entrado en contacto con el poliovirus, el niño infectado puede sufrir un cuadro clínico inespecífico más o menos intenso que dura de tres días a una semana. Los síntomas más frecuentes son malestar general, cansancio, fiebre y dolor de garganta, como cualquier otro cuadro vírico (gripe, citomegalovirus, etcétera). También pueden aparecer vómitos o diarrea, que recuerdan a una gastroenteritis.
Polio asintomática: en muchos casos la infección por el virus de la polio no provoca síntomas en los niños que se han infectado. O puede ser que los provoque pero sean tan leves que la persona que los sienta no les dé ninguna importancia y no acuda al médico. El 90% de los infectados por poliovirus estarían en esta situación o tendrían una polio subclínica.
Polio no paralítica o preparalítica: en el 5% de los niños infectados por poliovirus la infección avanza hasta el sistema central. Todos presentan días antes un cuadro de polio subclínica. La afectación del sistema nervioso se manifiesta en dos períodos: un primer momento donde hay picos febriles de hasta 39ºC y dolor de cabeza intenso; un segundo momento en el que aparece rigidez de nuca notable y afectación del sistema nervioso autónomo (taquicardia, sudor frío, diarreas, etcétera).
Polio paralítica: desgraciadamente en un niño de cada 200 infectados el virus de la polio infecta el sistema nervioso central y lo daña de forma permanente. Este daño se localiza concretamente en las neuronas motoras responsables de inervar los músculos de nuestro esqueleto. Las neuronas que se afectan con más frecuencia son aquellas responsables del movimiento de las piernas. Cuando se dañan estas neuronas, el músculo se atrofia y queda inservible. Con el tiempo la pierna del niño se deforma, deja de crecer, y caminar se vuelve muy difícil.
Tratamiento:
El tratamiento en sí de la poliomielitis consiste en su prevención mediante la vacuna que se debe administrar en la infancia. La vacuna activa al sistema inmune para que identifique y elimine el virus de la polio de nuestro cuerpo si entramos en contacto con él.
Por desgracia, si un niño se infecta por el virus de la polio no existe un tratamiento efectivo llegado a ese punto. Si aparece una polio subclínica, se debe tratar con las medidas generales que se emplean en el caso de la gastroenteritis (dieta blanda, hidratación con suero oral, etcétera) y de un cuadro febril viral (paracetamol y reposo).
Si aparece una meningitis, se deberá comprobar que tiene un origen viral; si es así, su tratamiento es sintomático de cualquier modo.
La dificultad del diagnóstico y la inexistencia de un tratamiento eficaz hacen que la poliomielitis sea una enfermedad sin curación y cuyas consecuencias devastadoras sean inevitables en muchos casos. Su prevención, por tanto, resulta completamente imprescindible.