La matanza fue denunciada por Funai, la organización brasileña que se ocupa de los asuntos de los indígenas del país, blanco de ataques continuos y en peligro.
En su primer contacto con la civilización, diez miembros de una tribu ancestral quienes vivían en una remota zona de la amazonía brasileña fueron asesinados a manos de mineros, quienes están siendo investigados por la Procuración brasileña.
“Se jactaron de haber cortado los cuerpos y haberlos tirado en el río. Dijeron que era matarlos a ellos o ser asesinados“, declaró Leila Silvia Burger Sotto-Maior, coordinadora de Funai, Fundación Nacional del Indio (Brasil).
El fiscal de San Pablo, Pablo Luz de Beltrand, dijo a los medios que se está investigando el caso, reuniendo la evidencia para condenar a los ejecutores.
“Estamos investigando, pero los territorios son grandes y el acceso es limitado. Estas tribus están aisladas, incluso el Fundai tiene información esporádica sobre ellos. Por eso es un trabajo difícil que requiere de todos los departamentos del estado trabajando en conjunto”, expresó.
Survival International, grupo dedicado a los derechos humanos indígenas, mostró su preocupación por lo sucedido en el Amazonas, recalcando que este tipo de hechos podría poner en peligro la vida de estas tribus.
“Si la investigación confirma los reportes será otra masacre y genocidio responsabilidad del gobierno brasileño, el cual no protege a las tribus aisladas” manifestó declararon desde la organización.