Siempre que se le ve da una imagen de mujer silenciosa, reflexiva y su rostro se pierde en el humo del cigarrillo que en sus manos significa seguridad. Es mujer de moda de siempre, desde que veía coser a su mamá en casa. Ha tenido siempre atracción por la moda desde lo creativo. Es Martha Cálad, la mujer que deja Inexmoda, después de más de dos decenios de trabajo.
Carmen Vásquez / Daniel Grajales
Los astrólogos dicen que las mujeres de signo Tauro son las mejores amigas. Confirmado. Ella, Martha Cálad, es una mujer de muy pocas amigas, pero es la amiga fiel y verdadera de esas pocas que tiene.
Su apellido no es de los que se olvida con facilidad, por su origen moro-árabe. Quien la observa ve esos ojos vivos que contrastan con su cabello negro y su color de piel, puede que se remonten a tener una herencia en su ADN de aquellos Cálad que un día vinieron y desembarcaron en Santander.
Es atractiva y no esclava de la moda, prefiere vestir y tener un detalle en sus accesorios de lo que marca tendencia. Nada más verle su colección de lentes y sus zapatos. Sabe vestir, sabe mezclar y va siempre con su talla precisa.
Esta vez, la cita para conversar con Martha Cálad se dio porque va tomar otro camino. Sabiendo lo importante que es esta mujer para la moda nacional, cabe recordar que estudió en Madrid, que es licenciada en Diseño de Interiores y con una espléndida hoja de labores para mostrar: trabajó con unos arquitectos, en Carvajal, en Coltejer, con la marca Cat Jeans, en el Éxito como subdirectora de compras de vestuario masculino y el 8 de agosto de 1995, exactamente, entró a dirigir el Taller de Moda de Inexmoda (hoy Laboratorio de Moda) por un llamado que le hizo su amiga Alicia Mejía.
Cálad lo que más desea ahora es tranquilidad, disfrutar de su familia, compuesta por sus dos hijos, Matías de 22 y Gregorio de 18, y su esposo que es ingeniero civil; por ello se retira de su cargo de directora del Laboratorio de Moda de Inexmoda, uno de los muchos temas de los que conversó con EL MUNDO.
¿Por qué se va de Inexmoda, luego de 21 años y medio de labor?
Llevaba viajando demasiado, los dos últimos años. Inexmoda va a un ritmo brutal, muy acelerado, haciendo muchas cosas, aunque lo más visibles son las ferias. Mi familia me reclama demasiado. Hoy le doy gracias a Dios que dos cosas me dijeron ‘pilas’, aquí está pasando algo: mis hijos y mi marido, debo dedicarles todo el tiempo.
Me voy muy contenta. Trabajé hasta el 31 de enero. Estoy muy agradecida.
¿Quiere parar en este medio?
Yo no voy a parar, quiero seguir trabajando en el sector porque siento una respuesta muy positiva, maravillosa, cuando doy una conferencia o trabajo con una empresa y quiero compartir mi conocimiento y mi experiencia.
Voy a dar asesorías, estoy en un receso, voy a preparar mis contenidos y mis temas para iniciar. Quiero ser consultora. Soy profesora del diplomado de Mercadeo Estratégico de la Moda y voy a seguir, con temas muy específicos, me gusta enseñar.
¿Cómo se dio su ingreso a Inexmoda?
El doctor Roque Ospina me dijo que estaban buscando una persona para dirigir lo que en ese momento se llamaba el Taller de Moda, ahora Laboratorio de Moda. Recuerdo que me dijo que, como se hacían dos informes de tendencias de moda al año y acababan de hacer uno, no tenía que entrar ya.
Eso fue como en mayo. Hice entrevista con Alicia Mejía, con los directivos de ese momento. Yo los conocía por mi trabajo en Coltejer y otras empresas. Me pareció maravilloso. Les dije ‘listo, empiezo cuando me digan’.
¿Cuál era en ese momento el objetivo del Taller de Moda, hoy Laboratorio de Moda?
El objetivo del Taller de Moda, que yo creo que no ha perdido su esencia, es darle direccionamiento a las empresas de las tendencias de moda globales, para que en Colombia se desarrollen tendencias relacionadas con lo que está pasando en el mundo, que estemos contextualizados con las tendencias de moda globales.
En ese momento, era muy importante que se dieran unas tendencias de moda que fueran muy comerciales, porque la moda era algo muy conceptual y uno leía todos esos informes, pero no entendía. La idea era una información muy cercana, pensada para el mercado colombiano.
Teníamos el reto de organizar el mercado colombiano, porque, como aquí no tenemos estaciones, a nadie se le ocurría que podía trabajar el colorido de la temporada otoño-invierno. Durante muchos años, a la Feria Premier Visión, que es la más importante del mundo en telas, nadie iba porque, como no teníamos estaciones.
Empezamos a formar, a clarificarle a la industria que no tenemos estaciones pero que esto era un lenguaje de moda. Que no era que como esas pasarelas tenían abrigo debíamos ponerlo en el mercado, sino adaptarlo.
Aquí no se hablaba sino de la colección de madres, de padres, del Día del Amor y la Amistad y de fin de año, pero como no manejaban el tema de estaciones, si venía un comprador a Colombiamoda, no le podíamos vender amor y amistad, porque ellos lo tenían en otra época del año. Era podernos proyectar a los mercados internacionales.
¿Cuáles eran sus expectativas?
Era un reto, con un apoyo muy grande de todo Inexmoda, porque estaban muy convencidos del tema. Tenía muchas ganas, se empezaron a crear los programas de capacitación para empezar a formar. Iniciamos con conferencias, con seminarios, para luego, en la medida en que entregáramos información muy cercana, aportáramos al mercado.
Recuerdo la frase que le aprendí a Alicia Mejía y que siempre está en el Laboratorio de Moda: ‘Siempre que veamos esa información de moda global, pensemos en la señora de Magangué”. Siempre la hemos seguido aplicando.
Teníamos una gran inquietud por estudiar al consumidor, algo que fue demasiado importante para mí desde que trabajé en el Éxito, indagar cómo se comportaba. El pasado 2016, dejamos un proyecto en Inexmoda, un estudio al consumidor que se llama Zoom al consumidor colombiano, una investigación en las cuatro principales ciudades del país.
¿Qué queda hoy de ese Taller de Tendencias y de ese Inexmoda?
Lo que marca mucho la diferencia es el tamaño del Inexmoda de ayer con el de hoy. Por muchos años fuimos 23 personas, ahora más de 70. Recuerdo que el doctor Ospina decía que la columna vertebral de Inexmoda era la información que generaba, y lo demás eran las ferias, ahora se hace un trabajo de comercio exterior, otras cosas más.
Aunque en el Inexmoda del ayer se hacían capacitaciones hoy nos hemos fortalecido. El Laboratorio de Moda ha crecido impresionante, recuerdo que comenzamos a hacer conferencias en las ferias. No sé bien si fue en Colombiatex o Colombiamoda, comenzamos en la mitad de lo que hoy es la sala de prensa de las ferias. Era un salón pequeño, le cabían 100 sillas, iniciamos a dar la conferencia, y el primer día se nos llenó, la gente estaba sentada al fondo, en el suelo, parada.
Le dije: ‘Alicia, esto se nos salió de las manos’. Me dijo: ‘Sí, ya sé’… Cuando eso teníamos la pasarela en la carpa que llamábamos El pájaro loco, y me tocó dar la conferencia en esa pasarela, porque no cabía la gente. Luego era dos o tres veces al día, hasta que ya llegó el Teatro Metropolitano.
¿No le falta el toque internacional a las pasarelas de Colombiamoda?
Inexmoda le está apostando al talento colombiano, que es su responsabilidad. Desde que se celebraron los 25 años, cuando vino Ackermann, que comenzamos una nueva etapa. Antes de ello, cada año había un diseñador internacional.
A partir de ahí iniciamos a trabajar en lo colombiano. El hecho de que hoy no haya algo internacional no quiere decir que no se vuelva a hacer, con seguridad algún día vuelve a aparecer.
¿Le hace falta una mayor curaduría a las pasarelas de Colombiamoda?
En su momento sí. Dos años atrás tenemos un comité curador. Hay dos, de hecho, uno de pasarelas en Inexmoda, que inicia después de que se acaba una Colombiamoda; y el comité curador de pasarelas de Colombiamoda y B-Capital, en el que hay personas externas. No sé en este momento quiénes serán, hasta las ferias anteriores éramos Felipe Espinoza, Paola Aespera y Martha Cálad, el año anterior Felipe y yo junto a Gloria García.
Martha, ¿qué es para usted la moda?
Es el medio a través del cual uno como ser humano comunica su interior.
¿Qué no perdona en ese vestir masculino o femenino que ve a diario?
No permito el exceso, menos es más.
Que se use una talla menos en el vestir. El o la que lo hace no sabe cómo se hace de daño. Lastimosamente aquí en Medellín seguimos con mucha ‘influencia narco’, pero esto lo respeto. Hoy cada ser humano se expresa en la moda como quiere.
¿Esa pasarela que tenga en la retina, que cierra los ojos y la ve?
Me impactó mucho una pasarela, que más que eso fue un performance, de Ralph Laurence, en el que la proyección toda era en un edificio, en Nueva York, hace unos cinco años. Y Chanel siempre sorprende.
¿Por qué en Colombia no tenemos una gran revista de moda?
En su momento, Infashion era una revista de moda. Las otras las veo más como magazín, en las que hay de todo.Yo creo que el tema tiene que ver con cómo esas revistas tienen que ser sostenibles, una revista lo puede lograr a través de la publicidad, y tenemos un sector que no tiene la cultura de invertir en publicidad, y los que lo hacen no son continuos. El 95% de las empresas del sector son pequeñas y medianas, no les da, tenemos que entenderlo.
Voy a decir algo muy duro, porque lo viví. No existe desde la formación una carrera de periodismo de moda. Partiendo de eso, los jóvenes a los que les gusta la moda empiezan de una manera intuitiva, autodidacta, porque no hay opciones, pero, incluso en Inexmoda, pensando en eso, hicimos el diplomado de Comunicación de la Moda con la Colegiatura, donde fui profesora muchos años. Allá no llegaban sino estudiantes de diseño, de derecho, de administración, de publicidad, gente de empresas, pero periodistas eran los que menos iban. Siento que el mundo de los periodistas también tiene que formarse.
¿La manera correcta de vivir la moda?
Con un estilo que está contextualizado con tendencias.
¿Cuáles son los diseñadores que más le gustan?
Hoy no tengo preferencias, admiro a diseñadores profundamente, así no sea mi estilo: Dolcce & Gabana, me encanta, no es mi estilo, pero son muy disruptivos, un Armani, siendo súper opuestos. Me impacta Jill Sanders, me gusta muy el minimalismo. Un Alexander Mc Queen, otros muy vanguardistas. Cada día aparecen muchos más.
De los latinos Oscar de la Renta, Carolina Herrera que ha hecho un trabajo maravilloso.
En los colombianos siempre he admirado mucho a Olga Piedrahita, me parece que siempre es innovadora, siempre crea estampados maravillosos, trabaja con unos volúmenes y unas construcciones muy innovadoras. Me ha fascinado como ha mercadeado su marca, como ha incluido a otros diseñadores e industrias que son impactados por la moda, convoca.
De esta nueva generación colombiana, Johanna Ortiz me parece espectacular, me encanta la caleña Renata Lozano. En masculino hay que hacerle un gran reconocimiento a Lina Cantillo y Ricardo Pava, pero vienen otros generando nuevas propuestas como Martha de Mon&Velarde. Siento que hay un semillero brutal, que está surgiendo un grupo maravilloso en el diseño.
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