Después de 24 años Margarita Inés Restrepo deja la dirección de Antioquia Presente, organización a la que le impuso su sello y ayudó a consolidar como modelo de gestión dentro y fuera del país.
Suele decirse, no sin razón, que las instituciones son más importantes que las personas dado que son las que permanecen. Los funcionarios son un accidente en la organización porque lo que prima es la misión que se fije, los valores que la guíen y las metas que la impulsen. Sin embargo, no es menos cierto que las organizaciones no caminan solas y que, en buena medida, las personas hacen los cargos. O como dice Robin Sharma, no hace falta tener un cargo para ser un líder.
Un buen ejemplo de ello es Margarita Inés Restrepo Cárdenas, quien al final del mes dejará la dirección ejecutiva de la Corporación Antioquia Presente. Allí llegó hace 24 años para reemplazar a su tocaya María Inés Restrepo, quien había sido nombrada directora de Comfama. No habrán sido todos momentos felices ni días llenos de buenas noticias, pero sin duda las casi dos décadas y media que han pasado dan cuenta de su tesón, su capacidad de trabajo y su liderazgo.
Se graduó joven en la UPB como Trabajadora Social y pronto comenzó su vida pública en la Fundación para el Desarrollo Humano, en donde incluso hizo radio con los inolvidables Aurita López y Baltazar Botero. Entonces emprendió una ruta laboral que la llevó por compañías como Everfit, Coltabaco, Corona y Sofasa, en el área de Bienestar Social y desarrollo humano, al tiempo que se fue capacitando en asuntos de responsabilidad social empresarial y relaciones industriales. Ya en Antioquia Presente, fue becaria de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional en el curso de sistemas de atención y prevención de desastres.
La huella de Margarita Inés queda en la Corporación. Así como le puso el alma y la cara, también le prestó el nombre y a veces toma su apellido. Su talante, su ejemplo, seguramente seguirán acompañándonos a otro ritmo y en otro tono desde espacios diversos como el Centro de Fe y Culturas en donde también ha hecho su aporte social. Su marcado acento paisa y su infaltable sonrisa, seguirán presentes entre quienes han tenido ocasión de trabajar con ella o beneficiarse de los reasentamientos que lideró no solo en Antioquia sino en poblaciones de Bolívar, Cauca, Chocó, Cundinamarca, La Guajira, Magdalena, Nariño, Quindío, Risaralda, Santander, Tolima, Valle del Cauca, pero también en Haití y Ecuador.
Es que desde el terremoto de 1983 en Popayán, los empresarios y dirigentes antioqueños decidieron canalizar la solidaridad y darle estructura empresarial de ONG, para decir que Antioquia estaba presente, y a fe que lo ha estado. Ha sabido permanecer cuando pasa el interés mediático de las tragedias para liderar la reconstrucción después de los desastres naturales, los riesgos geológicos o los efectos de la violencia y el conflicto que hemos padecido. Y ha consolidado un modelo integral que tiene que ver con la infraestructura, pero también con lo social, la reactivación económica, la promoción de emprendimientos, la capacitación y la promoción del cuidado ambiental y la elaboración de proyectos productivos.
Actividades que seguramente potenciará en la nueva etapa que arrancará esta empresa social bajo la batuta de una joven y talentosa directora que ha sido escogida con lupa para garantizar que se respeten los valores y se mantenga el reconocimiento que se ha logrado como una institución eficiente, ética, seria y responsable. No es pequeño el reto que asumirá Marcela Ochoa Bernal, pero seguro, con su tono y con su acento, sabrá mantener lo bueno y potenciarlo, porque hay institución, de esas que prevalecen y se mantienen, talento humano y acompañamiento social.
Con Margarita Inés se va también su escudera por muchos años, a quienes muchos imaginábamos como su relevo natural, la colega y amiga Gloria Estela García quien llegó como comunicadora y se despide como Coordinadora Administrativa. Ella decidió darle un rumbo a su vida, por lo que no aceptó tomar parte en el dispendioso proceso de selección para la Dirección Ejecutiva. A ambas, buenos vientos, nuestros mejores augurios en lo personal y en lo profesional, porque seguramente seguirán mostrando con su ejemplo que la solidaridad es mucho más que palabras de aliento o expresiones bonitas y que supera también una donación sin compromiso. A ellas éxito y a Antioquia Presente larga y fructífera vida.