Hoy quisiera contar algo de Marco Rossi, ese niño que viajó hasta la Argentina desde Italia para buscar a su madre, una inmigrante que podría representar todo ese aluvión que llegó al Sur de América desde Europa,en busca de mejores oportunidades, pero de él ya se encargó Edmundo de Amicis en su novela Corazón.Lo vimos llorar y lamentarse y a veces lloramos también con él.

Cuando se habla de la Argentina, el pensamiento se remite a una de las patrias del tango y entonces te cuento, bandoneón, que es precisamente el tango el que me está llevando a la siguiente asociación, al otro Marco de mi ciudad-Medellín-que carga una caja que está llena de quejas. Y quiero escribir sobre Marco Blandón, porque en días pasados que estuvimos en un parque comercial, desarrollando un programa en el que fuimos de la mano de la zamba, la chacarera y el chamamé y que se clausuró con el tango, pudimos apreciar su pasión en la ejecución del bandoneón y yo pensé de una manera muy coloquial, este músico tan joven y ya cargando lamentos.

Voy a declararle mi admiración por su empeño en hacer música, por explorar nuevos caminos para que Medellín se cubra de tango, por estarse reinventando augurando un mañana lleno de cosas buenas y por la motivación que despierta entre su generación para trabajar en la cultura.

Y bueno, para muestra, el lanzamiento de su nuevo disco MedellínDowntango, que tiene 8 piezas de su propia autoría, y algunos de sus nombres son:Una vuelta al centro(Marco Blandón)Serenata a la gorda (David Mira) A la hora que Zea( Marco Blandón)Media noche en Junín(Marco Blandón,Juan Sebastián Ramírez)y otros. Todos dan cuenta de un esfuerzo de creación musical y de buen gusto.

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Dicho trabajo es un recuento de lugares que tiene la ciudad, como billares, bares,cafés y el tan comúnmente llamado centro.Hay que resaltar todas las frases que este ha generado, como una que Marco escuchó de niño cuando los mayores decían “voy al centro a hacer una vuelta” y el imaginario que en él exaltó.

A mí me parece que entoncesMedellín es nuevamente cantada en un pentagrama que está poblado de tangos, valses y milongas, ya antes había recibido los versos de Gregorio Gutiérrez González en el poema A Medellín desde el salto de Santa Elena. Y también veo algo premonitorio en unas de sus líneas que aquí transcribo: “Cuando de amor el porvenir risueño/ Fascina la fogosa juventud.”

Esta nueva creación de F-31 nos muestra una Primavera Smog,en tiempo de tango, que me recuerda las líneas de Gregorio: “Levemente cubierto en el celaje/Que en la llanura levantó el vapor.”

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Los invito a leer un fragmento del poema del bardo antioqueño.

“…Mirad a Medellín, cuál reverbera

Con los rayos del sol en el cenit;

Cual mirada al través de una ancha hoguera,

Partículas de luz hierven allí.

Es el hermoso, trémulo paisaje

Que tiembla al beso de su ardiente sol,

Levemente encubierto en el celaje

Que en la llanura levantó el vapor.

Así se miran al través del sueño

Mundos de claridad, campos de luz,

Cuando de amor el porvenir risueño

Fascina la fogosa juventud…(…)”.

Bueno, y ahora es conveniente hacer una reseña de este grupo.

En su recorrido por el tango con F-31, Marco está en el bandoneón y dirige un ensamble compuesto por el contrabajista Paulo Parra,en la guitarra David Mira, una pianista, Carolina Granda y en el violín, Sebastián Montoya.

De pronto algunos lectores se preguntarán qué significa F-31, pues bien, es la matrícula del avión Ford Trimotor de la empresa Saco “Servicio Aéreo Colombiano” que iba de Bogotá a Cali, con escala en Medellín y que en el aeropuerto de la misma ciudad chocó con otro avión, causando un incendio en el que murieron el cantor Carlos Gardel y otros artistas que lo acompañaban.

Tuve la oportunidad de asistir al Teatro Pablo Tobón Uribe al lanzamiento de este disco Medellín Downtangoque convocó a un gran auditorio y con razón.Además de sus tangos instrumentales, nos regalaron un verdadero deleite: la interpretación de Tango aldesvarío, con letra de la maestra Cristina Toro y música y arreglo de Marco Blandón.

Y finalmente, quiero sellar los adjetivos referidos a Marco y su esencia musical como intérprete de un instrumento que a mi modo de ver es de difícil ejecución, pues vemos que en realidad son muy pocas las personas que lo interpretan.

Estaba hablando en el comienzo de esta crónica de un programa en el Centro Comercial, y recuerdo algunos de los tangos que se ejecutaron allí y que me dejaron pensando en las cosas de la vida, como si sus títulos estuvieran leyendo mi pensamiento y estos fueron: Quejas de bandoneóndel compositor Juan de Dios Filiberto y Lo quevendrá de Astor Piazzolla.

En consecuencia con lo dicho, termino por augurar a este joven músico un futuro promisorio con su caja de quejas y a esperar con optimismo “Lo que vendrá.”