Para varios ciudadanos consultados por EL MUNDO, en distintos puntos de la ciudad, la efectividad de las medidas que decretó la Alcaldía de Medellín aún continúan entre la "neblina" por lo poco ambiciosas y porque aún es muy pronto para juzgarlas.
Durante la mañana de este jueves, un día después de que el Área Metropolitana confirmó que el índice de calidad del aire en el Valle de Aburrá alcanzó la categoría roja, las medidas aún están "crudas" y no han pasado la prueba de fuego: las horas pico y sus consecuencias en la movilidad de la ciudad, en especial en las zonas de mayor congestión de Medellín, esto fue lo que reportaron los transeuntes del Centro a EL MUNDO.
Sin embargo, los ciudadanos se aventuraron a adelantar un diagnóstico sobre el estado de la calidad del aire en este día en la llamada tacita de plata: las restricciones ordenadas por las autoridades no han sido el remedio que necesitaba nuestro territorio para que su estado de salud sea estable.
Conozca cuántos comparendos se han impartido por infringir el pico y placa ambiental
En el Centro de la ciudad, corazón de este "cuerpo" que todos intentan salvar, aún se sienten los estragos del humo, hollín y niebla que aún se cierne en este órgano vital. Sus habitantes momentáneos circulan con afán y sin deseos de permanecer en este lugar, aún afectado por las posibles enfermedades respiratorias que podría generar en los medellinenses.
Para Sergio Andrés Restrepo, un habitante que ha permanecido bastante tiempo en la ciudad, “falta muchísimo. Habrá rebajado un 20% o un 25% la contaminación. Por eso la Alcaldía debe decretar medidas más enérgicas en el servicio público; en especial con los buses 'chimeneas' y las volquetas”.
A su preocupación se unió Marly Ochoa, quien se movilizaba con su familia. Ella, preocupada, afirmó que “hemos visto lo mismo, a pesar de las medidas que se tomaron, la niebla no se ha disipado. Creo que sería mejor si hubiera más días sin carro y un control real a los buses que son los que más generan polución”.
Sin embargo, un joven ya no siente el corazón de la ciudad de la eterna primavera tan afectado. “La calidad del aire ha mejorado en comparación de cómo estaba ayer. Debe seguirse trabajando controlando las fábricas, ya que estas son unas de las grandes culpables de la contaminación y también necesitamos un mayor control a los puntos de control de las emisiones de los vehículos”, argumentó, Jander Benítez, quien se encontraba esperando un bus articulado del Metroplús.
No obstante, en otros lugares hay más esperanza de que Medellín salga bien de este trance. En El Poblado, uno de los barrios con más propietarios de vehículos particulares de la ciudad, el pico y placa de seis dígitos ha venido bien a este sector y sus habitantes. Sus calles se veían más vacías y no hay hileras de automotores haciendo filas en los semáforos. Cristian López, motociclista, afirmó que sus desplazamientos cotidianos se han facilitado en este día. Consideró que puede ser buena esta estrategia pero “como lleva tan poco tiempo la medida, no es fácil notar cambios; más adelante quizá podemos ver una mejoría del ambiente. También deberían implementarse revisiones más fuertes a los buses y a todo el servicio público, ya que siguen contaminando bastante”.
Sin embargo, Jhon Vázquez, quien se encontraba comprando artículos en el Centro Comercial Monterrey, opinó que “no ha progresado la situación con las medidas. Todavía seguimos viendo la neblina, pero espero que poco a poco vaya mejorando. Se debe controlar el humo que generan las empresas y ampliar la duración de estas medidas por más tiempo”.