Maduro, aunque reconoció los problemas por los que atraviesa su país, aseguró que son los mismos de otros países como España.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a los medios de comunicación de "todo el mundo" de tratar con "hipersensibilidad" los problemas de su país, tras lo cual instó a España a no mirar la paja en el ojo ajeno si antes no mira la viga en el propio.
En la primera parte de una entrevista grabada en Venezuela y emitida en el programa 'Salvados' de la Sexta, Maduro reconoció la existencia de problemas económicos en su país -que ha achacado a la especulación financiera, la "persecución" de EE. UU. y una "guerra económica interna"-, pero se ha preguntado por qué existe "hipersensibilidad" en algunos temas de Venezuela y no de esos mismos asuntos en países como España.
"Si tú te metes en los barrios pobres de Madrid, si te metes en los barrios pobres de Zaragoza, conseguirás gente sin vivienda, viviendo amontonados. Yo veo la paja en el ojo, la atiendo, miren ustedes la viga que tienen", zanjó. Maduro denunció que Venezuela ha estado sometido durante veinte años a una agresión "para que no creciera" y remarcó que no procede de las élites, ni del Íbex 35, ni de "la monarquía de los borbones" o la "supremacía blanca imperial", sino de un hogar obrero.
El presidente de Venezuela reconoció que el tema de la corrupción en Venezuela es "muy serio" y "muy duro" y que en los últimos años "de guerra económica" existió un "aflojamiento de los resortes éticos y morales de mucha gente que tienen responsabilidad en posiciones de poder en Venezuela".
Maduro señaló que el haber tardado en encarar a los especuladores económicos es la "principal autocrítica" que se realiza a sí mismo. En este asunto, destacó el "dilema permanente" que afronta ante la posibilidad de "asumir poderes extraordinarios" para llevar a la cárcel a "centenares de personas" responsables de esta situación. Preguntado por la posibilidad de que estos poderes extraordinarios excedieran los límites de la democracia, recalcó que serían "en el marco de la constitución".
A la pregunta de si existen en Venezuela presos políticos, como denuncian organizaciones sociales venezolanas que elevan la cifra a más de 400, Maduro defendió que en Venezuela hay políticos que han cometido delitos y han sido juzgados por la Fiscalía General y los tribunales. "Ninguno está preso por haber sido líder político, por haber promovido una idea", insistió el presidente venezolano, que agregó que, como ocurre en España -en alusión a Cataluña- "no hay ningún poder por encima de la constitución y el tribunal".
Maduro no quiso aventurar quién será el líder de la oposición en las elecciones del próximo año, y argumentó que la decisión sobre su propia candidatura "es una decisión que le corresponde al movimiento bolivariano venezolano". "Digo como dicen los soldados: ni me ofrezco, ni me niego", zanjó.
No obstante, sí auguró que en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano, seguirá "mandando un bolivariano". "Eso te lo puedo asegurar", apostilló. Maduro, que aseguró tener el alma y la conciencia limpias, enmarcó el cierre de televisiones en el "cumplimiento de la ley" y achacó la compra de armas a España por parte de Venezuela a un "acuerdo del pasado".
Indicó que el presidente del Gobierno de España, al que ha aludido como su "amigo Mariano Rajoy, le mandó mensajes -aunque no concretó el contenido-. Y sonrió a la pregunta de si reconoce la declaración de independencia de Cataluña, aunque el programa no mostró su respuesta.