El presidente de Venezuela busca reducir los altos precios de los productos que, según él, son generados por comerciantes que inflan los precios y por el neoliberalismo capitalista.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este viernes que está dispuesto a convertirse en "un dictador" para garantizarle los precios al pueblo y lograr "la paz económica" si no consigue hacerlo por las buenas y advirtió que no habla "por hablar".
"Llueva, truene o relampaguee nosotros vamos a lograr la paz económica, la prosperidad y la estabilidad de los precios (...). Lo quiero hacer por las buenas, pero si tengo que hacerlo por las malas y convertirme en un dictador para garantizarle los precios al pueblo lo voy a hacer", afirmó el mandatario en cadena obligatoria de radio y televisión.
El jefe de Estado indicó que la estabilidad de los precios de los productos en el país debe ser un "objetivo nacional" al que se unan los productores y los distribuidores.
Manifestó que desea que el proceso para lograr la prosperidad económica sea "natural como un arroyo, como un afluente de agua que se va limpiando. Desempozar las aguas del caos y la especulación bachaquera (irregular) de los precios", pues señaló que "Venezuela necesita estabilidad, un ganar-ganar".
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Indicó que con las recientes medidas económicas adoptadas, como "el sistema de precios acordados" y la creación de los nuevos mecanismos como los "fiscales populares" que controlen y señalen ante la Fiscalía a los comerciantes que vendan productos a precios mayores que los que fija el Estado, logrará "la paz económica".
Maduro anunció este jueves un conjunto de medidas económicas ante la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente, instaurada por el oficialismo, a la que entregó ocho proyectos de ley para consolidar el "modelo socialista" de Venezuela y salir de una profunda crisis de la que responsabiliza al "neoliberalismo capitalista".
La medida estrella del presidente contra la crisis es el establecimiento de un "nuevo sistema" con el que la Comisión de Economía de la Constituyente fijará, junto a "los sectores productivos y distributivos" y "los consumidores", los precios de la leche, el pan, el aceite, el jabón, la pasta, el pollo, entre otros.
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Este nuevo impulso al control de precios ya implantado en el país estará reforzado, según una de las propuestas del mandatario, por "fiscales" elegidos de entre organizaciones comunitarias y cuadros de la revolución, que señalarán ante el Ministerio Público a quien venda a precios superiores a los fijados.
El objetivo es perseguir y "meter presos" a esos comerciantes, a los que Maduro acusó de inflar en "un mil por ciento" el costo de los productos para enriquecerse y culpó una vez más del desabastecimiento y la explosión de la inflación en el país.
Venezuela afronta desde hace al menos tres años una escasez de productos alimenticios que ha llevado a que diversos productos sean vendidos en el comercio informal.