El Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó recientemente al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, de estar implicado en narcotráfico. Venezuela rechazó esta posibilidad.
Este martes 14 de febrero, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro declaró en un canal de televisión nacional que las acusaciones hechas en contra de su vicepresidente, Tarek El Aissami, fueron “una venganza del narcotráfico, sumada a la conspiración de la derecha venezolana que se fue a Washington a pedir estas medidas, la ultraderecha se fue a hacer 'lobby', bueno, tomando en cuenta que se está iniciando una nueva Administración en los Estados Unidos".
El país norteamericano impuso ayer sanciones económicas en contra de El Aissami, a quien se le acusa de "desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos".
El gobierno venezolano no tardó en reaccionar ante la medida tomada por las autoridades estadounidenses. La canciller venezolana, Delcy Rodriguez, tiene como misión solicitar el fin de las sanciones al encargado de negocios de Estados Unidos en el país. Además, pronto iniciarán investigaciones sobre las acusaciones, por lo que Venezuela solicitará pruebas de estas afirmaciones a EE.UU.
Esta crisis política provocó la inquietud de ciertos sectores, que temen que se comprometan las relaciones económicas con “el único país que nos paga ‘cash’ por el petróleo”, como lo declaró Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática.