El exterminio que tuvo lugar en ese corregimiento dividió en dos la historia de sus habitantes, casi dos décadas luego de la masacre, las víctimas siguen esperando reparación.
El pasado 18 de octubre la comunidad del corregimiento de Machuca, Segovia, conmemoró los 19 años de la masacre que lleva el mismo nombre de ese territorio, en la que perdieron la vida 84 personas.
Decenas de habitantes salieron a las calles con el ánimo de rendir tributo a los paisanos que murieron en la masacre, con pancartas y banderas marcharon hasta el campo santo del corregimiento, donde se celebró una eucaristía como homenaje póstumo a las victimas que dejó ese fatídico 18 de octubre de 1998, día en el que la guerrilla del Eln causó la explosión de un oleoducto que desató el caos en Machuca.
Casi dos décadas después del acontecimiento, muchos sobrevivientes expresaron que aun no se sienten reparados. Según la inspectora de Policía Rural de Segovia, Carmen Ramírez, “Las víctimas y la población aquí no fueron reparadas correctamente desde la parte sicológica. ha hecho mucha falta una reparación integral colectiva e individual. Las administraciones nacional, departamental y local han hecho presencia, pero se han tenido falencias porque no han sido continuos los procesos”.
De acuerdo con Jorge Mario Alzate, director de la Unidad para las Víctimas Regional Antioquia, “por problemas de seguridad, algunas intervenciones de la entidad se han suspendido en los últimos años, pero que se han adelantado acciones para llevar la reparación a las personas afectadas”.
Además del exterminio del 18 de octubre, Machuca ha sido un territorio históricamente golpeado por la violencia, y, según el estimado en cuanto cifras aportadas por el Municipio de Segovia, hay registradas 3.626 víctimas, de las cuales el 74 % corresponde a desplazamiento y el 23 % a familiares de personas asesinadas.
En los procesos de reparación en Segovia, la Unidad de Víctimas ha invertido $16.628 millones, en aspectos como indemnizaciones, ayudas humanitarias y eventos de conmemoración. No obstante, para el personero de Segovia, Yeison Atehortúa, la reparación ha sido muy difícil, pues no se ha visto una reparación de los derechos de las personas que sufrieron en carne propia los efectos de la guerra.