El candidato acusado de corrupción defiende que la palabra indulto es para exonerar a quienes son culpables, él prefiere la palabra absuelto, pues se considera inocente de los cargos en su contra.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde abril pasado para purgar una condena de 12 años de prisión por corrupción, rechazó este jueves la posibilidad de que se le conceda un indulto para que pueda disputar las elecciones de octubre próximo por considerarse inocente.
La posición del exjefe de Estado fue transmitida por la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), senadora Gleisi Hoffmann, tras la visita que la parlamentaria le hizo este jueves a Lula en la celda en la que está recluido en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba.
"Él me dijo claramente: tiene que decirle a las personas que no pidan indulto para mí. No acepto indulto. No soy culpado. Indulto es para culpados. Yo soy inocente y quiero probar mi inocencia", aseguró la senadora en declaraciones que concedió a periodistas tras su encuentro con el líder socialista y antiguo dirigente sindicalista.
La posibilidad de presionar por un indulto que le permita a Lula disputar las elecciones presidenciales de octubre, para las que figura como favorito en todas las encuestas de intención de voto, ha sido mencionada por dirigentes del PT y de otras formaciones de izquierda.
Hoffmann afirmó que Lula está convencido de que, por ser inocente, será absuelto por tribunales superiores y no tendrá impedimentos para intentar un nuevo mandato en las próximas elecciones presidenciales.
Agregó que, ante tal convencimiento, el exmandatario aprovechó la visita de este jueves para discutir sobre el programa de Gobierno que presentará como candidato.
La presidenta del PT acudió a la celda en que Lula está recluido acompañada por el exalcalde de Sao Paulo y exministro Fernando Haddad, un importante aliado del expresidente y que fue nombrado como coordinador del programa de Gobierno.
"Discutimos una serie de directrices para construir un plan de Gobierno para su tercer mandato. Lo noté animado con las directrices, con una disposición increíble, con pleno vigor, convencido de su inocencia y de que será absuelto en instancias superiores", afirmó Haddad.
Lula, encarcelado desde el pasado 7 de abril, fue condenado por corrupción y lavado de dinero a nueve años de prisión, pero esa pena fue ratificada y ampliada a doce años por un tribunal de segunda instancia, que luego ordenó la ejecución de la pena, según la jurisprudencia en vigor en el país.
Aun así, y aunque responde todavía en otras seis causas penales, el Partido de los Trabajadores (PT) lo proclamó como candidato para las elecciones de octubre próximo.
Lula, en cartas enviadas desde su celda en la ciudad de Curitiba, reiteró varias oportunidades en los últimos días su intención de disputar las elecciones, pese a la ley que inhabilita electoralmente a condenados en segunda instancia, como su caso.
El PT dijo que pretende inscribir la candidatura en agosto y que presentará recursos ante el Tribunal Superior Electoral y ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte, para que se le permita disputar el pleito incluso condenado en segunda instancia, es decir, inhabilitado.