El comienzo del 2017 fue convulso para el deporte antioqueño de alto rendimiento; entrenadores sin contrato y deportistas sin incentivos. Un deja vu del año pasado, cargado de contratiempos, que tanto entrenadores como deportistas atenuaron a punta de fe, voluntad y buena vibra. 
La crisis actual está superada, porque hubo voluntad por parte de Indeportes y tras un desembolso adicional de 3.000 millones de pesos, los entrenadores tendrán contrato asegurado durante el resto del año. Pero más allá de las cifras y entuertos legales, están los rostros e historias de los entrenadores, que con el paso de los años y de miles de jornadas de trabajo, siguen firmes sosteniendo sobre sus hombros el peso de la búsqueda de la gloria deportiva del departamento y del país. 

El patriarca del BMX
Jorge Wilson Jaramillo, un triatlonista campeón nacional y profesional en educación física, es el hombre que forjó casi 40 títulos mundiales para Colombia y hace 16 años hace parte de la formación de Mariana Pajón. Pero ese hombre que convirtió el BMX en una mina de oro para el país, hace 25 años, cuando empezó, no tenía ni idea de este deporte. “Recibí un llamado para trabajar en la preparación física de los bicicrosistas porque esa labor no se hacía. Yo no sabía nada de BMX, pero me convencieron. Inicié con cuatro muchachos, en la segunda semana tenía 15 y mes y medio después entrenaba a 35 corredores. Ya después me tiré de cabezas del todo a este reto y empecé a estudiar la técnica en la salida, los saltos, todo. Fueron dos años de aprendizaje y a partir de ahí realicé mis propios conceptos físicos y específicos. Y los corredores de élite de Antioquia evolucionaron mucho más que los de otros departamentos”, detalla Jorge Wilson, quien pulió a pulso talentos como Mariana, Carlos Mario Oquendo y Augusto Tin Castro, campeón mundial y pionero de esta disciplina en el país.
Pero más allá de los triunfos deportivos, Jorge Wilson ha logrado ahondar en la vida de los deportistas que ha dirigido. “Uno más que entrenador debe ser educador. Porque al deportista hay que concebirlo como un ser en toda su dimensión y proyectarlo en el tiempo, plantearle interrogantes para su crecimiento en la vida, no sólo en la pista ni en una competencia”, explica el entrenador, quien más allá de su laureada carrera no duda en decir que su mayor logro es encontrarse en la calle con algún muchacho que entrenó y que este se le acerque y le cuente que sus enseñanzas  en el BMX le sirvieron para otros proyectos de vida. Eso le pasa muy seguido.
Pese a su legado, Jorge Wilson se muestra evidentemente contrariado por estos días, y con toda razón; en menos de un año ajustó seis meses sin recibir sueldo pese a su gran servicio al BMX de Antioquia. Su voz se apaga cuando señala que “las instituciones no respetan la importancia de los entrenadores”. 
Aún así, el hombre nacido en el municipio de Jardín hace 54 años, seguirá trabajando en la pista. “No voy a abandonar el proyecto. No es ético con los muchachos. Y además para mí, desarrollar un plan de entrenamiento con un deportista, es un proyecto personal”, resalta el entrenador.

Lea: El deporte, apuesta de vida en la Comuna 5

Un hombre afortunado
Néber Arias está próximo a cumplir 65 años pero se vé sólido como una roca. Hace parte de la Liga Antioqueña de Natación desde hace 39 años y desde el 2002 entrena a la élite de la natación departamental y nacional.
Bajo su disciplina y extenso conocimiento de la natación como pocos en el país, se han formado nadadores como Carolina Colorado y Jorge la Trucha Murillo.
Pero su mayor labor ha sido en la incansable tarea de capacitar y desarrollar este deporte desde el conocimiento. No en vano ha sido representante del país en el exterior en las ponencias y escenarios más importantes sobre la vanguardia de la natación.
Sus enseñanzas no sólo han sido en las piscinas sino también en casa. De hecho, su hijo Alejandro se coronó hace tres años campeón mundial júnior en clavados. “Es un proyecto familiar. Hemos hecho esfuerzos de todo tipo porque su objetivo es una medalla olímpica para el país. Luchamos como familia todos juntos y estamos en ese proceso”, cuenta el entrenador nacido en Caucasia, cuya piel fina y curtida por el sol es la señal de sus años enseñando y moldeando buenos atletas. 
Néber se declara un hombre afortunado, porque siempre desarrolló su trabajo bajo óptimas condiciones; la Liga de Natación siempre les ha garantizado a los profes la estabilidad laboral y ha tratado de mantenerlos al margen de los problemas de contratos, mediante convenios directos con Indeportes y otra serie de canales.
Y eso, como es lógico, se refleja en los resultados. No es gratis que los deportes acuáticos hayan sido las gratas sorpresas para el país en Juegos Olímpicos. 
También ha sido un hombre afortunado, porque nunca le faltó salud. Y es que la necesitaba, pues para tener la tranquilidad que respira hoy en día a Néber le tocó sudar bastante. “Yo he sido un guerrero; tenía jornadas de 4:00 a.m. hasta las 8:00 p.m., y tenía cuatro empleos al tiempo. Esos esfuerzos toca hacerlos. Por eso es triste cuando tras un gran logro de un deportista se relega el papel del entrenador y no se reconoce la labor brindándole las garantías necesarias. Cuando se entrega la vida por el deporte de un país, lo mínimo es tener una vejez tranquila. Y eso es algo que muchos de los grandes entrenadores en este país no tienen”, concluye Néber.

Lea: ¿Quién es Jorge Hugo Giraldo y cuál es su importancia en el deporte colombiano?

Entre enseñanzas y buenos golpes
En el rigor del coliseo, llueve o truene, está Beibis Mendoza ofreciendo todo su conocimiento y experiencia a Jhon Lenon Gutiérrez, el nuevo talento del boxeo nacional y a quien Beibis prepara, en conjunto con un equipo que lidera Abelardo Parra, de cara a los próximos Juegos Olímpicos. “Tiene grandes condiciones; es agresivo e inteligente y tenemos fe de que va a hacer historia dentro del boxeo colombiano”, afirma Mendoza.
En los últimos trece años y luego de su retiro, Beibis se dedicó a ayudar a muchos jóvenes de Arboletes a encontrar un proyecto de vida a través del deporte. “Todo lo que viví trato de transmitirlo a los niños para que vean los beneficios de formarse en el deporte”, cuenta el campeón mundial minimosca en el año 2000.
Y ojo sí tiene, pues fue él quien vio en Yuberjen Martínez, el espíritu de un campeón. “Estoy orgulloso de haber ayudado a Yuber; muchas veces no sólo en el papel de entrenador sino también de sicólogo, papá y amigo”, expresa Beibis, quien tiene una relación muy cercana con el medallista olímpico y habla con él todos los días. 
Ahora está dedicado a hallar talentos en Medellín y el Área Metropolitana. De Allí surgió Lenon, un chico de ciudad de 22 años, con una vida difícil, que ahora está convertido en proyecto olímpico.
En cuanto a temas de contratos, Beibis acata las decisiones y sólo espera ahora sí comenzar con todas las de la ley su trabajo. Lo único que quiere es estabilidad para desarrollar su proyecto junto con su equipo que busca impactar en la vida de decenas de jóvenes a través del deporte.

La voz de siempre al borde de la pista
Con voz áspera y palabras directas, Libardo Hoyos apura, ajusta, dirige y alienta el trabajo de los corredores de fondo y semifondo antioqueños. 
Y es que la pista del Alfonso Galvis no sería la misma sin su presencia. “Primero de mayo de 1987, ese fue el día que llegué a trabajar a la Liga de Atletismo, quiere decir que estoy cerca de cumplir 30 años aquí”, dice Libardo, en una declaración de lo fundamental que ha sido en su vida su carrera como entrenador de atletismo.
Bajo su batuta han pasado corredores de la talla de Diego Colorado, Muriel Coneo, Rafith Rodríguez. Además de atletas paralímpicos históricos como Elkin Serna y Maritza Arango.
Sacar a tantos atletas adelante en la pista no ha sido fácil. “Son muchachos con condiciones de vida difíciles. Además de talento acá toca es tener una voluntad de acero”, dice Libardo quien se lamenta de que por problemas administrativos,  que se traducen en falta de garantías laborales, deba mermar la calidad de los entrenamientos. “Es triste que un entrenador no pueda asistir a la pista por no tener ni cómo desplazarse. Cuándo eso pasa, todo el entrenamiento de los muchachos se trastorna”, admite.
Sin embargo, pese a las dudas y problemas del día a día, Libardo sigue firme al lado de la pista. Actualmente tiene un diamante entre sus manos; se llama Johana Arrieta, una niña de 17 años quien ya fue tercera del mundo en 800 metros en el Mundial juvenil.
Las palabras de Johana lo dicen todo: “Mi entrenador es mi guía y siempre y cuando siga sus enseñanzas voy a llegar lejos”.
Al final es lo que importa: que esos maestros del deporte sigan bajo el sol y el agua formando talentos. Cada muchacho que se haga en la disciplina del deporte es semilla y nuevos vientos.

Cuestión de prioridades
“Durante el período entre 2008 y 2011 se hizo una apuesta para garantizar los contratos a entrenadores a doce meses. La estabilidad laboral de entrenadores y atletas fue prioridad”, afirma Julio Roberto Gómez, ex gerente de Indeportes, sobre el actual problema presupuestal en la Institución.
Para Gómez, un departamento que le apueste al liderazgo deportivo debe tener un presupuesto en alto rendimiento aproximado a los 20.000 millones de pesos (actualmente es de unos 12.000). El dirigente además precisa que con relación al período en el que él estuvo al frente de Indeportes ahora hay una reducción presupuestal de una tercera parte. Pero la mayor diferencia radica en que en esa administración había un amplio conocimiento sobre la dinámica y las necesidades del deporte de élite. En eso coincide el gremio de entrenadores y fue algo que, con resultados demostrables, marcó la diferencia.

“Ahí vamos enderazando”
Hernán Elejalde, gerente de Indeportes Antioquia, recibió el pasado viernes la noticia que le devolvió la sonrisa completa a los entrenadores. “El gobernador desembolsó 3.000 millones de pesos para asegurar el contrato de los entrenadores durante el resto del año”, informó Elejalde.
Gran noticia para el gremio de entrenadores antioqueños, que, con cierto recelo, habían tenido que firmar inicialmente por sólo cuatro meses.
Con la misma voluntad y disposición que siempre mostró la institución para resolver los problemas, Elejalde dio un parte de tranquilidad de cara a lo que viene. “El año pasado recibimos Indeportes en crisis; con un presupuesto de sólo 30.000 millones de pesos para todo el año y de ahí heredamos estas dificultades. Ya estamos haciendo la planeación y estamos confiados de que este año y el 2019 las garantías para el programa de Altos Logros van a ser las indicadas”, declaró Elejalde.