A propósito de la concentración de los ciclistas en el Puente de la Madre Laura el viernes, El MUNDO consultó los puntos de la ciudad donde más se necesita atención para la seguridad de estos actores viales.
Con el objetivo de que la Secretaría de Movilidad tome acciones para la seguridad de peatones y ciclistas en la conexión del puente de la Madre Laura con el lazo de incorporación a Moravia, hubo una concentración en la zona el pasado viernes en este sector de la Comuna 4, que incluyó una cicleada nocturna.
Líderes ciclistas consideran que aunque no se registran muertos en este punto, no se debe esperar a que ocurra para remediarlo."Estamos poniendo en evidencia el peligro de muerte de peatones y ciclistas en Moravia, porque les toca transitar entre las llantas de las carros en una vía que permite ir a 80 kilómetros por hora. El viaducto es el único retorno al Norte por la Regional, por lo que el peatón se tiene que enfrentar a la alta velocidad de los carros”, señaló Sebastián Mattos, promotor de esta iniciativa.
Los pedidos de este grupo consisten en la señalización para esta zona, la disminución de velocidad, la semaforización y la habilitación de infraestructura propicia para peatones y ciclistas.
Al respecto, la Secretaría de Movilidad de Medellín respondió a EL MUNDO que se encuentran trabajando para mejorar algunos aspectos de esta vía. “Es un trabajo conjunto que venimos haciendo con ellos, desde inicios de la administración. No es el puente de la Madre Laura, sino que es el lazo de incorporación del sector de Moravia, el puente no tiene nada que ver”, aclaró Juan Camilo Gómez, gerente de Movilidad Humana de la Alcaldía de Medellín.
Según Gómez, la disposición de este barrio formado por invasión, hace que la vía no esté condicionada para transitar a pie. “La conectividad del lazo de Moravia sentido Sur Norte hoy en día no permite una sana transición de los peatones, pero es algo histórico porque Moravia es el resultado de una ocupación informal. Entonces sobre esa vía no hay un andén de circulación”, apuntó.
No obstante, la Administración Municipal dio a conocer que adquirió compromisos para intervenir este sector en dos fases, el próximo año, la primera se dará una vez se suscriba el contrato de señalización en marzo de 2018 (cebras y señales de pare e información de velocidad). La segunda, consiste en la reestructuración de la red de semáforos con prevalencia para el paso de peatones.
Al respecto de los transeúntes, Gómez respondió que “hoy en día sí existe un sendero peatonal con el cual las personas no tendrían que bajar a la vía, pero este tiene discontinuidad resultado de que uno de los predios que se tenía que expropiar no fue adquirido, lo que obliga a que tengan que bajar alrededor de quince metros a la vía”.
Por ello, la intervención a largo plazo en articulación con el Isvimed es adquirir el predio para darle continuidad al sendero peatonal.
Como este punto de la ciudad, que Mattos consideró solo apto para ciclistas expertos, existen otros en los que estos actores viales no se sienten poco seguros para transitar con automóviles, motocicletas, vehículos de carga y peatones. También, en estos puntos ocurren más accidentes, que registraba trece ciclistas muertos hasta el 17 de diciembre y 609 lesionados a la misma fecha.
Sectores que representan amenaza
Otros sectores de la ciudad también representan un peligro vial, como en Guayabal, en la transición entre el barrio Antioquia y Campo Amor, sectores no muy amigables con los peatones, puesto que allí se encontraba la Terminal de Transportes del Sur y el Aeropuerto, que con los años aumentó la ocupación del territorio, por lo que hay andenes irregulares.
Para Mauricio Mesa, líder del colectivo Síclas, el riesgo en la vía está relacionado con que no se tome con un vehículo a la bicileta. “El Código Nacional de Tránsito habla de la bici como un vehículo y eso es lo que nosotros queremos promover”, señaló.
En octubre de 2016 fue reformulada por la Ley 1811 (o ley Pro bici), mediante la cual se establece que el ciclista puede rodar por el centro del carril y no a un metro de distancia del andén, para que se respeten como los otros actores de la vía.
Las glorietas, por su parte, representan un gran peligro para los ciclistas, por los cruces y la confluencia de vehículos, teniendo en cuenta que el diseño no favorece la participación de otros actores viales.
En corredores como San Juan a la altura del Edificio Inteligente, Palacé, la zona centro en General, San Juan con la carrera 65, Colombia con la 65 es los que representan mayor inseguridad vial, según la Gerencia de Movilidad Humana. Precisamente es estos sectores en los que “termina siendo el ciclista violentado por las prácticas inadecuadas del conductor”, sostuvo Gómez.
De ogtro lado, “solo existen dos puentes que facilitan el intercambio entre un lado y otro. Eso ya de por sí marca que la ciudad es bastante complicada en los puentes, que desembocan en glorietas como la del Ferrocarril con San Juan. que es una de las más complicadas, en el que hay un paso seguro para ciclistas”, indicó Mesa.
Para Mesa, otras vías como La 33 que desemboca en la Glorieta de Exposiciones, y el puente Horacio Toro que deriva en la glorieta de la Minorista, representan gran peligro para los ciclistas.
Según este líder ciclista, otro de los obstáculos para tener una movilidad segura es el carril solo bus, puesto que en la resolución se prohíbe que las bicicletas transiten por el mismo, motivo por el que la Administración Municipal les ha pedido transitar por el centro del carril de la mitad.
Una de las propuestas de este grupo de ciclistas es reducir la velocidad en el lazo de incorporación a Moravia desde la Avenida Regional, teniendo en cuenta que la permitida es a 80 kilómetros por hora.
Al respecto, la Secretaría de Movilidad de Medellín informó que al ser una vía de orden nacional, es necesario tramitar un permiso ante el Ministerio de Transporte para autorizar la intervención. El gerente de Movilidad Humana indicó que ya se está gestionando este trámite.