Cientos de escuelas de fútbol operan en todo el Área Metropolitana. Son miles de niños los que las integran, con el sueño dorado de llegar hasta el fútbol profesional.
El anhelo de jugar en el fútbol profesional es inherente a millones de niños en todo el mundo. En Medellín, ciudad futbolera por excelencia, son miles de pequeños quienes desde su más corta infancia quieren imitan a sus ídolos. Messi, James Rodríguez, Falcao o Cristiano Ronaldo los hacen soñar, o para no ir tan lejos, sus jugadores preferidos de Atlético Nacional o Independiente Medellín.
De manera muy natural, ingenua si se quiere, los pequeñines se ilusionan con llegar algún día a los mejores equipos del mundo, jugar en Europa y codearse con las estrellas del orbe. Y el primer paso para conseguirlo pasa por integrar una escuela de fútbol, por iniciar su proceso de formación.
En ese contexto, cientos de escuelas ofrecen sus servicios en Medellín y en todo el Valle de Aburrá. Las hay de todas las clases, algunas renombradas y de tradición, otras de equipos profesionales, algunas de reconocidos clubes aficionados y también están las del barrio o las que manejan exjugadores de fútbol.
La oferta es muy alta y por ello los niños y sus padres tienen una amplia gama de posibilidades para comenzar a desarrollar su pasión.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Si bien la normativa de la Fifa prohíbe de manera tajante cobrar por el traspaso de menores de edad de un club a otro, en Medellín se presentan quejas constantemente de padres de familia por los supuestos cobros que les hacen algunos clubes para permitir que sus hijos cambien de equipo.
Tarifas que oscilan entre los 500 mil y el millón de pesos, cifras grotescas teniendo en cuenta que se trata de niños, en su mayoría, entre los nueve y los doce años de edad.
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“Por estatuto de la Fifa tenemos claro que los derechos deportivos de los menores de edad los manejan los padres de familia, ellos son los responsables de darles el direccionamiento. En Colombia y en el mundo en general no es válido ningún tipo de negociación de traspaso de dinero, simplemente se entrega un paz y salvo cuando un niño va de una escuela a otra. Los padres pueden llevarlo a donde quieran”, aseguró el exfutbolista Carlos Ortiz, entrenador del Club Deportivo Belencito, que participa en los torneos de la Liga Antioqueña de Fútbol.
“Lastimosamente, a través de los años se le ha dado mal manejo a la situación. Los padres de familia son los apoderados y son los únicos que tienen potestad de decidir si cambian de equipo a sus hijos, es la manera legal y correcta que debe tener este tipo de procedimiento”, agregó Ortiz.
Pero, ¿los padres de familia están lo suficientemente informados para conocer a fondo esta situación? Pareciera ser que no. Muchos de ellos han caído en la trampa de personas inescrupulosas, que se lucran desde la ilegalidad, o en su defecto, ponen trabas para que los niños no puedan cambiar de aire.
Felipe Londoño maneja la categoría sub-10 de la escuela del exfutbolista Gerardo Vallejo. Sobre esta situación, especificó que “si un niño se quiere ir de la institución el único requisito que se le pide es que debe estar a paz y salvo. Cada uno es libre de irse y de nuestra parte no hay ningún impedimento. No tiene sentido retener un niño, si él o sus padres no se sienten a gusto o si se van a cambiar de barrio o de ciudad, tranquilamente pueden retirarse. El valor de la inscripción para ingresar a nuestra escuela es de cinco mil pesos, y la mensualidad tiene un costo de 25 mil”.
Mirada de un equipo profesional
Envigado Fútbol Club se caracteriza por ser un equipo con unas divisiones menores estructuradas, por algo cuenta con una de las mejores canteras del fútbol de nuestro país.
Ramiro Ruiz, presidente del conjunto del Balcón de la Raza, explicó cuáles son los parámetros que tienen en cuenta para incorporar menores de edad: “Nunca, bajo ninguna circunstancia, hay traspasos con menores de edad. Jugador que llega al Envigado lo hace por invitación. Tenemos veedores en todo el país, en todo el departamento, y cuando observamos a un jugador que marca diferencia y se acomoda al perfil del club lo primero que hacemos es hablar con los directivos del equipo en el que juega y con su familia, solicitamos anuencia de ellos para que el niño forme parte de nuestras fuerzas básicas. No hay un vínculo legal, el vínculo está basado en la confianza y el sentido de pertenencia”, aseguró el directivo.
“Cuando traemos a un jugador de otra región le ayudamos a la escuela de origen, verificamos qué necesidades tiene y les aportamos implementación, capacitación en fútbol base, las asumimos como filial dentro del proceso y las certificamos que pueden recibir niños en su escuela haciendo parte de la filial. Le ayudamos a algunas escuelas que no tienen todo su proceso jurídico establecido en temas de cámara de comercio y les hacemos el reconocimiento deportivo. Y los niños que vienen a nuestro club cuentan con vivienda, colegio y un auxilio de transporte”, agregó Ruiz, quien envió un mensaje a los padres de familia que ven a sus hijos como una mina de oro: “Los papás deben entrar en conciencia y no ver sus hijos como un número. Tenemos la obligación de amar a nuestros hijos, ayudarles a cumplir sus sueños, ser responsables y educarlos. Y es imprescindible capacitar a los padres, para que entiendan la normativa Fifa, sobre todo hoy que es tan rigurosa, lo cual es un beneficio para todos”.
“Solamente se cobra el formulario y el visado”
La Liga Antioqueña de Fútbol es el ente oficial que rige los destinos del balompié del departamento. Anualmente realiza más de 40 torneos, en categorías que van desde sub-9 hasta élite (libre). Patricia Quinchía, Directora Ejecutiva de la Liga, explicó como operan las transferencias entre clubes adscritos al ente:“La transferencia no tiene costo, lo que se cobra es el trámite como tal. Hay clubes que para recibir a un jugador le pagan el visado, como hay otros que le dejan eso al jugador, no es un tema directamente regulado por nosotros... quien paga o no, es acuerdo entre clubes y jugadores, que llegan al acuerdo sobre quién hace el pago correspondiente. También tenemos una diferenciación de tarifas dependiendo de la edad. Para los niños más pequeños el formulario tiene un costo de 40 mil pesos. Y para los mayores de trece años se debe pagar el visado, que es la autorización para pasar de un club a otro y tiene un valor de 160 mil pesos”.
“Esta situación ha disminuido el tema de ir y venir de jugadores entre clubes, le da un poquito más de estabilidad, no es que el jugador simplemente dice que se va y lo hace sin importar las consecuencias. Acá hay un proceso de conciencia, de pensarlo bien antes de irse. Los mismos clubes no pierden sus jugadores tan fácilmente”, añadió Quinchía.
El Pony, torneo especial
En enero de cada año, desde 1984, se disputa en Medellín el ya tradicional Ponyfútbol, torneo avalado por la Federación Colombiana de Fútbol, en las modalidades masculino y femenino. Sin embargo, este certamen es ajeno a la problemática que se vive en algunas escuelas de fútbol del Valle de Aburrá, comoquiera que tanto la etapa clasificatoria como la fase final, en enero, es disputada por equipos de barrios o de municipios antioqueños o de otros deprtamentos, y no por clubes.
Armando Pérez, presidente de la Corporación Deportiva Los Paisitas, el ente que organiza el Festival de Festivales, explicó cuál es la mecánica del torneo: “Para participar en el Ponyfútbol se envía solicitud, porque es invitacional. Diferentes barrios de Medellín, del Área Metropolitana y de los municipios solicitan su participación, se conforma primera etapa preselectiva. Ningún equipo que compita en los torneos de la Liga Antioqueña de Fútbol ni en los torneos paralelos pueden jugar, tampoco de los torneos del Inder. El Inder tiene un cupo para la fase final por reglamentación y por convenio”.
En ese sentido, el directivo aseguró que durante su etapa al frente de la institución no ha vivido situaciones de reclamos de equipos por la presencia de niños de su registro que participen en el Festival con otros clubes.
Lo que dice la normativa de la Fifa sobre los menores de edad
1. Aquellos clubes que operen una academia con la cual tengan una relación de derecho, de hecho y/o económica deberán notificar la presencia de jugadores menores de edad que asisten a la academia a la asociación en cuyo territorio la academia desempeñe su actividad.
2. Cada asociación deberá asegurarse de que las academias que no tienen una relación de derecho, de hecho y/o económica con un club:
a) Se constituyan en un club que participe en los campeonatos nacionales correspondientes; se deberá notificar la presencia de sus jugadores a la asociación en cuyo territorio desempeña su actividad la academia, o se deberá inscribir a los jugadores en dicho club, o bien b) notifiquen la presencia de todos los jugadores menores de edad, que asisten la academia con el propósito de obtener una formación, a la asociación en cuyo territorio desempeña su actividad la academia.
3. Cada asociación deberá llevar un registro con los nombres y fechas de nacimiento de todos los jugadores menores de edad que le hayan sido notificados por clubes o academias.
4. Al notificar los nombres de sus jugadores, tanto la academia como los jugadores se comprometen a practicar el fútbol según los Estatutos de la Fifa y a observar y compartir los valores éticos del deporte del fútbol organizado.
5. La Comisión Disciplinaria de la Fifa impondrá sanciones conforme al Código Disciplinario de la Fifa en caso de cualquier violación de esta disposición.
6. El artículo 19 también se aplicará a la notificación de jugadores menores de edad que no sean ciudadanos del país en el que desean que se notifique su presencia.