El próximo sábado será la primera Jornada Nacional de Vacunación de este año de manera gratuita, que para el caso local, estará en 93 puntos de la red pública y privada de Medellín. Por ello, EL MUNDO consultó la importancia de la vacunación y algunos de los mitos más frecuentes.
Este sábado 27 de enero se llevará a cabo en el país la primera Jornada Nacional de Vacunación de 2018, una iniciativa que contará con 93 puntos en Medellín y con la que se garantiza el acceso equitativo a 21 vacunas que protegen contra 26 enfermedades.
Con la aplicación sistemática de las vacunas se ha logrado la protección contra enfermedades como la difteria y el sarampión (que no se registran en Medellín desde la década de los 90), la rubeola (sin casos desde 2005) y la poliomielitis (sin casos desde finales de los años 80).
En 2017 se aplicaron sin costo en la ciudad más de un millón de dosis de vacunas que están incluidas en el Programa Ampliado de Inmunizaciones, por lo que el reto para este año es alcanzar una cobertura de vacunación en la ciudad del 95%, especialmente en menores de 6 años, según informó la Secretaría de Salud.
Las vacunas son gratuitas y se aplican a personas mayores de 50 años, niños menores de 6 años, mujeres en edad fértil entre los 10 y 49 y mujeres embarazadas. Para el día de la jornada, las personas pueden acudir a la red de Metrosalud, que tendrá 50 de los 93 puntos de vacunación, con su carné de vacunación en el horario de 8 de la mañana a 4 de la tarde.
Una vacuna es una preparación que se obtiene inactivando o debilitando el microorganismo que causa una enfermedad. Por dicha razón, cuando se aplica a una persona, el cuerpo produce defensas que hacen las veces de barrera contra esa enfermedad, por lo que es ahí donde las vacunas protegerán a las personas de padecerla.
Los niños, los adultos mayores y las mujeres en edad fértil son los tres grupos poblacionales que deben vacunarse, según el esquema de vacunación colombiano, el cual está avalado por la Sociedad Colombiana de Pediatría y la Asociación Colombiana de Infectología (Acin).
Para el caso de la primera infancia (menores de seis años), se hace necesaria la vacunación para protegerse de enfermedades peligrosas, infecciosas, que para algunos casos acarrean complicaciones graves o provocar la muerte.
Su principal función es la protección, según los expertos y aunque pueden presentar efectos adversos, se previene una enfermedad mayor. Las vacunas son sustancias seguras, probadas y utilizadas durante mucho tiempo, demostrando beneficios que superan los riesgos.
“Si bien es cierto que se pueden presentar ciertos efectos asociados, su presentación es bastante baja y su severidad es insignificante respecto al riesgo del que nos protegen. Actualmente estamos confirmando que el mantener la vacunación activa es importante para erradicar de manera definitiva la enfermedad. Por ejemplo, la reaparición del sarampión en Estados Unidos nos debe poner en alerta a todos”, señaló la doctora María Clemencia Lozano Lesmes, directora médica de Emermédica.
Los principales mitos
Diversos hechos, estudios y corrientes de algunos profesionales de la salud, han hecho que se desconfíe de las vacunas y se cree alrededor de estas mitos que en ocasiones desinforman a las personas al respecto.
1. "Produce más daño que bien"
Si bien se considera normal que se produzcan efectos adversos por parte de las vacunas, esto no significa necesariamente que ocurra siempre. La fiebre leve, salpullido o dolor en el lugar de la aplicación son efectos secundarios normales en las vacunas. El punto más importante es que, es común creer que "por el hecho de tener controlada una enfermedad inmunoprevenible no es necesario continuar vacunándose”, apuntó Lozano Lesmes, lo cual no es cierto.
2. "La buena higiene combate las enfermedades"
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que es falso que mantener buenas condiciones de higiene y saneamiento harán desaparecer las enfermedades y que las vacunas no son necesarias. “Si bien la mejor higiene, el lavado de las manos y el agua potable contribuyen a proteger a las personas contra enfermedades infecciosas, muchas de ellas se pueden propagar independientemente de la higiene que mantengamos. Si las personas no estuvieran vacunadas, algunas enfermedades que se han vuelto poco comunes, tales como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían rápidamente”, detalló.
3. "Las enfermedades de la infancia son inevitables"
Otro de los mitos comunes que existen es creer que las enfermedades de la infancia, prevenibles mediante vacunación, son algo inevitable en la vida, por ejemplo la parotiditis, la meningitis por meningococo o la rubeola en las mujeres embarazadas, las cuales son graves y pueden acarrear importantes complicaciones tanto en niños y en adultos tales como: compromiso en otros órganos, neumonía, encefalitis, ceguera, síndrome de rubeola congénita y hasta la muerte.
4. "Las vacunas producen autismo"
Un mito más que se puede escuchar en diferentes partes del planeta y no ajeno a Colombia, es que las vacunas causan autismo, esto por un estudio publicado hace dos décadas y que no mostró sustento sólido y por ende debió ser retirado por quienes lo realizaron, pero dejó en el aire la desconfianza a muchas personas. En este caso, tampoco existe ningún tipo de información científica que respalde la teoría.
Uno de los mayores precedentes que marcó la vacunación en Colombia fue sobre la vacuna del Papiloma Humano, en 2014, cuando varias jóvenes se desmayaban en El Carmen de Bolívar tras la aplicación de la dosis. Aunque hoy en día no hay claridad sobre este tema, los hechos suscitaron dudas en la ciudadanía.