Los lazos con Rusia podrían poner en aprietos a Rex Tillerson
Los vínculos con Rusia del ejecutivo Rex Tillerson, designado por Donald Trump como secretario de Estado de EE.UU., auguran un acercamiento a Moscú y a su vez generar conflictos en el Senado.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, hizo ayer oficial la elección de Rex Tillerson como su secretario de Estado, el jefe ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, quien podría tener problemas para su confirmación en el Senado dados sus probados vínculos con Rusia.
Desde que el nombre de Tillerson surgió como candidato para el cargo, varios republicanos de peso expresaron reservas sobre sus años de trabajo en Rusia y Oriente Medio en nombre de la multinacional, aunque algunos de los legisladores suavizaron sus palabras una vez el anuncio se hizo oficial.
Uno de los más claros al exponer sus dudas sobre Tillerson fue el senador cubano-estadounidense Marco Rubio, quien además es miembro del Comité de Asuntos Exteriores, donde se celebran las primeras audiencias de escrutinio sobre el empresario petrolero y en las que sólo un voto en contra de un legislador puede bloquear el procedimiento.
Rubio expresó “serias preocupaciones” y se comprometió a asegurar una “exhaustiva” investigación del candidato en el comité.
Asimismo, el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien quiere una investigación bipartidista sobre la influencia rusa en las elecciones estadounidenses, dijo que espera “que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia sean el centro” del proceso de confirmación de Tillerson.
Graham calificó como “desconcertante” el hecho de que Putin otorgara a Tillerson la Orden de la Amistad del Kremlin en 2013, mientras que el senador por Arizona, John McCain, aseguró, en alusión al empresario, que no entendía “cómo alguien podría ser amigo de un antiguo agente de la KGB”, refiriéndose al mandatario ruso.
El directivo de ExxonMobil está bajo escrutinio por sus lazos con el presidente ruso Vladimir Putin, en medio del escándalo suscitado después de que la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA) confirmara esta semana que el Kremlin influyó en los resultados de las elecciones presidenciales para favorecer a Trump.
Sin embargo, Tillerson cuenta con el apoyo del líder de la mayoría republicana en el Senado, el legislador por Kentucky, Mitch McConnell, quien aseguró en un comunicado que “espera apoyar su nominación”.
Como otros en el nuevo equipo de Trump, el director ejecutivo de ExxonMobil carece de experiencia en puestos de Gobierno, pero tratará de aplicar la que tiene en el mundo de los negocios al ámbito de la diplomacia.
En un comunicado, Trump llamó a Tillerson la “encarnación del sueño americano” y citó la “tenacidad, la amplia experiencia y la profunda comprensión de la geopolítica” del ejecutivo petrolero.
Los analistas coinciden en que la llegada de Tillerson al Gobierno de Trump pondrá sobre la mesa la posibilidad de levantar las sanciones económicas a Rusia, dado el deseo de Trump de facilitar las relaciones con el Kremlin.
Las sanciones económicas internacionales, impuestas después de que Rusia anexó Crimea y dio apoyo a los insurgentes en las provincias orientales de Ucrania, han caído fuertemente sobre las instituciones financieras y para los intereses de petroleras como ExxonMobil, que tiene una operación rentable en la isla de Sakhalin, en el este de Rusia.
Este asunto evidencia también el riesgo de caer en conflicto de intereses, ya que el empresario puede influir directamente en los beneficios de ExxonMobil, aunque venda sus acciones antes de ocupar el cargo.
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