La edad modal de las víctimas de homicidio pasó de 27 años en 2017 a 24 años en 2018, indicador que revela que los muertos de la ciudad siguen siendo la población joven.
El perfil de la mayoría de las víctimas que asesinan en Medellín tiene una constante: hombre, joven, de estrato social bajo y residente en los barrios periféricos.
La tasa de homicidios en jóvenes el año pasado fue de 51 por cada 100 mil habitantes, mientras que en este primer semestre del año la tasa subió a 61.
Según análisis recopilados por la organización Casa de las Estrategias, la edad modal de la víctima de homicidio en Medellín pasó de ser 27 años en 2017 a 24 años en 2018, indicando que los muertos de la ciudad son cada vez personas más jóvenes.
Para el líder social, integrante del Comité de Derechos Humanos de la Comuna 13, James Zuluaga, no es un secreto que los jóvenes y los niños sean la población más utilizada en razón del conflicto armado en la ciudad, y que la tendencia a pertenecer a los llamados ‘combos’ sea muy alta, pero agrega que “esta no puede ser una razón para justificar cada muerto que hay en Medellín, ni mucho menos decir que lo mataron por pillo”.
“Los muertos de Medellín, siguen siendo, en mayor medida, muchos de los jóvenes que están en las bandas criminales, esa condición de joven los hace ser menos experimentados, por ende más fáciles de atacar, más fáciles de matar; también hay muchos casos donde los matan simplemente por sospecha, pareciera que en la ciudad ser joven es un pecado”, dice el líder social.
Lea también: Protocolo contra homicidios no ha ayudado a reducir este delito.
Zuluaga agrega que la realidad que enfrenta por estos días su comuna evidencia la situación. “El problema más grave que tenemos ahora es precisamente los asesinatos, 60% de la comuna está en conflicto y tenemos balaceras diariamente, si sumamos todos los muertos que pertenecen a la comuna son más de 80; aquí realmente no hay oportunidades, las intervenciones son muy superficiales y la Alcaldía llega con la oferta mientras están los medios de comunicación y luego se va”.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Alcaldía, Carlos Arcila, explica que las acciones de la Administración para frenar este incremento en los homicidios se han enfocado en prevención, con los programas sociales y en protección, con la intervención de la Policía y fuerza pública.
“Hay un alto porcentaje de muchachos que han muerto y que han estado vinculados a estas organizaciones, para la Alcaldía es importante dejar claro que no se justifica la muerte de ningún ser humano, y que la misión es mandar un mensaje de que la legalidad es mejor para no terminar en la cárcel o morir por hechos de violencia”, dice Arcila.
Frente a la efectividad de estas acciones el subsecretario afirma que los resultados no son inmediatos y que es un trabajo que se verá a largo plazo.
“En comparación con otras épocas yo creo que se ha logrado reducir la violencia en la ciudad; aunque todavía hay actores armados, si seguimos en la ruta de estar juntos y movilizarnos en 10 o 15 años vamos a tener una ciudadanía y una juventud comprometida con la legalidad”, asegura el subsecretario.
Cifras del Sistema para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) indican que entre el 1 de enero y el 10 de julio del presente año van 342 homicidios, número que representa un aumento frente al mismo periodo de los tres años anteriores, de casi 40 casos en promedio y que pone al año 2015 como el año en el que menos homicidios se registraron entre los mismos meses, (270).
Por su parte, Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit e investigador en violencia urbana asegura que hay una política pública ineficiente para atender la problemática de los asesinatos, “indudablemente la creciente ola de violencia tiene relación con la criminalidad en los barrios y con temas de violencia expresiva por disputas entre los mismos jóvenes, (…) para combatir esto necesitamos una acción muy fuerte de la autoridad que todavía no estamos viendo”, asegura Giraldo.
Le puede interesar: Investigan policías que patrullan la 13 por presuntos nexos ilegales.
“Está fallando la escuela, el Estado y la familia; el sector juvenil sigue siendo vulnerable porque carga un afán y unas presiones muy grandes, entre ellas económicas, y el mejor mecanismo de éxito donde hay un retorno monetario rápido de sus actividades es este mundo delincuencial, porque entre otras cosas, adherirse a estas bandas criminales resulta, en muchas ocasiones, la única oportunidad”, asegura el investigador.
Según el informe Medellín Como vamos, el año pasado 17,3% de los jóvenes de la ciudad ni trabajaban ni estudiaban, (157.117 personas) principalmente porque hay una preferencia por los trabajadores más educados y un sesgo en contra de los menos calificados, lo que significa que hay mejores oportunidades laborales para los primeros.
El informe también señala que una de las formas para luchar contra la situación es evitando que los jóvenes abandonen el colegio, o formando en competencias a aquellos que no quieren o no pueden estudiar para que puedan transitar hacia el mercado laboral.
Jóvenes como el líder de la Comuna 13 aseguran que las oportunidades laborales se las siguen dando a los mismos que “tienen rosca o son amigos del funcionario público”, y afirma que, incluso a él, en su labor de líder social, le ha sido difícil encontrar apoyo en la Institucionalidad.
“Yo digo sinceramente, aquí hay muy pocas oportunidades, nos han negado la participación en proyectos por nuestra labor de defensa de Derechos Humanos, nos tienen bloqueados económicamente, algunos de los pocos muchachos que logran emprender y montan un negocio de comidas rápidas les llega la Secretaría de Espacio Público y los multa, no hay forma de trabajar, y la última oportunidad siempre la terminan dando los grupos armados”, asegura el líder.
Recientemente, la Secretaría de Juventud lanzó una estrategia de Clubes Juveniles donde se espera incentivar a 6.000 jóvenes del sector de la Comuna 13 a que conformen grupos donde se den manifestaciones culturales, deportivas y artísticas, que serán apoyados económicamente por la Alcaldía.
El secretario de Juventud, Alejandro de Bedout, afirmó que el Plan de Desarrollo de la presente Administración es el que más ha invertido en la población juvenil, con 83 proyectos y 600 mil millones de pesos anuales.
“Este proyecto tendrá una inversión de más de 1.600 millones de pesos, no hay motivo para que los jóvenes estén en las bandas criminales; la raíz de una ciudad como Medellín no es la raíz del narcotráfico, ni de la plata fácil, y los jóvenes se tienen que desacostumbrar de eso, aquí hay otras opciones; hay que estudiar, hay que prepararnos para que lleguen buenas ofertas laborales, pero eso tiene que ser de parte y parte, no es que yo me levanto un día y voy a ganar más que un profesional, hay que empezar a trabajar duro, hacer las cosas bien y aprovechar las oportunidades”, enfatizó el secretario.