En los comicios del próximo domingo sólo se elegirá el Senado y la Cámara, y se realizarán dos consultas interpartidistas para elegir candidatos únicos presidenciales de sectores de la derecha y la izquierda. Es completamente falso, como se propaga por redes sociales, que se lleve a cabo la denominada consulta anticorrupción. Pedagogía para aprender a votar bien para no botar el voto.
Como la Reforma de Equilibrio de Poderes del 2016 y la frustrada reforma política del año pasado acordada con las Farc, no lograron revolcar el modelo electoral para la elección de corporaciones de origen político, en los comicios legislativos de este año no operarán grandes novedades que incidan en la forma de votar de los electores colombianos.
En los dos años pasados volvió al primer lugar del debate político y nacional la propuesta de eliminar la circunscripción nacional del Senado y las listas con voto preferente, pero estos dos revolcones, ambos muy decisivos y claves en un sistema electoral de un país, se volvieron a esfumar y quedaron aplazados para otra coyuntura política colombiana.
Así las cosas, el bicameral Congreso de la República, dividido en el Senado y la Cámara de Representantes, continuará eligiéndose con las reglas de juego que quedaron consignadas en la Ley 1475 del 2011, basadas en la inscripción de listas únicas de partidos, ya sea con voto preferente (sufragar por los candidatos) o sin voto preferente (sufragar sólo por el partido), al tiempo que esas listas deben cumplir y superar un umbral de votos para acceder a la repartición de curules de acuerdo a la cifra repartidora.
Sin embargo, estas elecciones del Senado y la Cámara tienen otros interesantes estrenos, no propiamente relacionados con el modelo de votación. El primero se deriva del proceso de paz con las Farc, que permitió el desarme de esta guerrilla, su reinserción a la vida democrática, su participación política y su ingreso al Congreso de la República con diez curules aseguradas, cinco para el Senado y cinco para la Cámara, además de las que difícilmente puedan alcanzar en las votaciones de este domingo 11 de marzo.
Además hay dos temas nuevos. Comenzarán a regir las disposiciones emanadas de la Ley 1864, mediante las cuales las infracciones administrativas de carácter electoral pasan a ser delitos penales. De esa forma comienza a regir la responsabilidad penal de los gerentes de las campañas políticas en la financiación de ellas.
Y además entra a tener vigencia la responsabilidad de carácter penal por el no cumplimiento de los topes en la financiación de las campañas políticas, o por el no acatamiento de las normas de legalidad sobre los recursos que se emplean en las campañas.
Prácticas ilegales en las campañas políticas de los candidatos como el fraude electoral, la compra de votos, la trashumancia de electores y el constreñimiento a los sufragantes, se volvieron delitos penales.
Lo anterior significa que ya no sólo el Consejo Nacional Electoral, sino la Fiscalía están obligadas por la ley a contribuir a que haya elecciones más libres y transparentes.
Y otro segundo tema es la modificación en la composición del Congreso de la República, ya no por la presencia de las Farc en el cuerpo legislativo nacional, sino porque quien quede en segundo lugar en los comicios para la Presidencia entrará por derecho propio al Senado y el segundo que quede a la vicepresidencia irá a la Cámara. Esto ha sido interpretado como el inicio del esquema de gobierno y oposición en el país.
En ausencia de un código que exclusivamente reúna todas las disposiciones electorales, las elecciones en Colombia se rigen por lo consagrado en la Ley 1475 de 2011, que desarrolló legalmente el acto legislativo de reforma política del 2009. Se trata de una ley estatutaria de partidos y movimientos políticos por la cual se adoptaron reglas de organización y funcionamiento de los partidos y movimientos políticos y de los procesos electorales.
Por medio de esta norma legal, que se estrenó hace cuatro años, es que desde este lunes los colombianos habilitados en el exterior pueden votar hasta el domingo 11 de marzo para elegir el Senado de la República, la Cámara Internacional y votar por las consultas interpartidistas.
720.259 colombianos están habilitados para votar en el exterior, de los cuales 381.560 son mujeres y 338.699 son hombres, que podrán sufragar en 1.175 mesas que se instalarán en 234 puestos de votación, en 69 países del mundo. Hace cuatro años fueron 63 naciones.
En el exterior podrán votar todos los colombianos, mayores de edad, que estén inscritos en el censo electoral.
Los colombianos residentes en el exterior podrán ejercer su derecho al voto presentando su cédula de ciudadanía colombiana. El pasaporte, la contraseña, la libreta militar, los pases de conducción y cédulas con formato antiguo no son documentos válidos para presentarse a las urnas.
Es decir que de los trece o catorce millones de colombianos que se estima acudirían este domingo a las urnas, ya un porcentaje de ellos puede sufragar durante todo la semana por fuera de Colombia.
Diariamente los jurados de votación en el exterior efectuarán un preconteo de los votos y los enviarán a Bogotá para iniciar la consolidación.
Tradicionalmente los consultados con mayor número de sufragantes son los de Caracas, Venezuela; el de Madrid, España; y el de Miami, Estados Unidos.
Este domingo 11 de marzo todos los colombianos habilitados dentro del censo electoral podrán ejercer su derecho al voto para elegir los próximos senadores de la República y los representantes a la Cámara para el periodo 2018 – 2022. Adicionalmente podrán participar en una de las dos consultas interpartidistas.
El Registrador Nacional del Estado Civil, Juan Carlos Galindo Vácha, señaló que “es importante que la opinión pública tenga en cuenta que el 11 de marzo no se votará la consulta anticorrupción, ni ninguna otra consulta popular. La información que ha venido circulando en redes sociales en ese sentido es falsa, el 11 de marzo sólo se votará Congreso de la República y consultas interpartidista”.
Los ciudadanos podrán elegir entre 2.737 candidatos al Congreso: 944 aspirantes al Senado de la República y 1.793 a la Cámara de Representantes.
Para participar en las consultas interpartidistas los colombianos deberán solicitar al jurado de votación la tarjeta electoral de su preferencia: Gran Consulta por Colombia o la Consulta Interpartidista por el Cambio, pero no las dos a la vez. El voto por un candidato de una de estas consultas se debe depositar en una urna distinta a la del Congreso.
Y como no hubo cambios en el modelo o la forma de votar para las corporaciones de origen político, como es el Congreso de la República, se continuará este domingo 11 de marzo con el mismo sistema de tarjetas electorales que se empleó hace cuatro años, cuando entró a regir innovaciones en el diseño de esas tarjetas.
En el 2014 desapareció el tarjetón que tenía en la parte superior los logos de los partidos y en la inferior los números de los candidatos.
Por tal motivo continuará el modelo que incorporó la figura del “área electoral” por partido. Al lado izquierdo y en forma vertical quedan ubicados los logos de las colectividades y al frente de cada una de ellas están ubicados los números de los aspirantes con voto preferente.
Las nuevas tarjetas tendrán el logo del partido o movimiento político en listas de voto no preferente y, además, el número del candidato, en el caso de las listas de voto preferente. Los ciudadanos deben marcar el número del aspirante de su preferencia y/o el logo de su partido, movimiento político y grupo significativo de ciudadanos.
En las planchas inscritas sin voto preferente no aparecen con numeración alguna y los ciudadanos sólo deben marcar el logo de la colectividad, con lo cual bastará una sola marcación, para reflejar la voluntad del elector.
Se busca con ello disminuir el alto índice de votos nulos ocasionado por las marcaciones realizadas sobre el número de un candidato, pero sin precisar el partido o movimiento al cual se le pretende dar el voto, en las listas con voto preferente.