Julián Moreno Parra*

El éxito de un programa de gobierno se garantiza desde sus primeros días de gestión. Aunque los ministerios dedican la mayor parte de este tiempo a responder temas urgentes y nombrar funcionarios públicos, este periodo es fundamental para empezar a cumplir con las promesas hechas en campaña y armonizar los nuevos planes del gobierno con las políticas que se vienen implementando. 

Al pasar los primeros cien días, diferentes sectores del gobierno hacen un balance y establecen si  han cumplido con sus propósitos. En este caso, la Fundación Empresarios por la Educación ha querido anticiparse a este momento y hacer explícitos siete grandes temas que permitirán llegar, en los próximos cien días, a un primer balance satisfactorio para la educación del país. 

Uno. Confirmar los mecanismos de financiamiento que responderán a los compromisos adquiridos con el Magisterio y a los gastos de funcionamiento del sistema educativo en los próximos años. Estas dos medidas serán un soporte importante para lograr establecer un plan de financiación que involucre la aplazada reestructuración del Sistema General de Participaciones y el aumento de recursos para invertir en el mejoramiento de la calidad de la educación, mediante diferentes estrategias que contemplen la eficiencia, transparencia y equidad en el manejo de recursos públicos y privados. 

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Dos. Establecer un plan a corto plazo que promueva la construcción de instrumentos de política pública para asegurar la dignificación y profesionalización de la labor de directivos y maestros, invitando a las universidades y organizaciones de la sociedad civil a liderar un ejercicio que conduzca a identificar rutas para transformar la actual formación de educadores. 

Tres. Definir la continuidad, alcance y financiamiento de programas que desde años anteriores se implementan con la intención de impactar en la calidad, permanencia y pertinencia de la educación. Estos programas cuentan con información y algunos con evaluaciones, que junto a estudios nacionales y de cooperación internacional, permitirán tomar decisiones sobre su continuidad a partir de sus resultados, más allá de intereses particulares y coyunturas políticas. 

Cuatro. Trazar una ruta que contemple la ampliación de la cobertura en educación inicial y superior, y la garantía de trayectorias escolares completas, sin que esto implique sacrificar los recursos que actualmente se invierten en el mejoramiento de aprendizajes en la educación básica y media. Es fundamental reconocer lo que a nivel local se está haciendo bien y lo que es necesario mejorar para hacer más pertinente el fortalecimiento de capacidades de las Secretarías de Educación, promover el liderazgo de programas de calidad educativa en cada región y orientar la inversión privada hacia este propósito. 
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Cinco. Valorar, en el marco de la descentralización, cómo hacer más efectivo el acompañamiento en región de manera contextualizada, que impacte en la brecha rural-urbana y responda con mayor pertinencia a la diversidad étnica y cultural de los territorios, especialmente con lineamientos de orden curricular que tengan sentido para las realidades de las instituciones educativas. 

Seis. Recuperar los programas transversales para que fortalezcan la formación de ciudadanos responsables con los derechos humanos y comprometidos con el desarrollo social, económico y cultural del país; bajo el horizonte de hacer sostenible la construcción de una sociedad en paz.

Siete. Convocar a un Gran Acuerdo Nacional por la Educación, fundamentado en las plataformas sociales que definieron el Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026 y los planes de desarrollo que actualmente orientan las acciones de política educativa en cada región del país.

Como no se trata solo de recomendar, la sociedad civil representada en la Fundación Empresarios por la Educación, y seguramente otras como ésta,  ponemos a disposición del gobierno del presidente Iván Duque todo nuestro capital de experiencia y conocimiento para trabajar conjuntamente en el desarrollo de estos siete puntos, a partir de los cien días que iniciaron el pasado 7 de agosto.