El zika y el chikungunya también se redujeron en un 95 %, al comparar el año 2017 con 2016.
En Medellín se registra una reducción de 87.5 % en los casos de consultas médicas por dengue comparativamente entre 2016 y 2017, según informó la secretaría de Salud del municipio. El promedio semanal pasó de 345 reportes en 2016, a 43 en 2017, mientras que en lo corrido de 2018, se han notificado 190 con un promedio de 31 por semana.
Y es que entre 2016 y 2017 se observó una disminución en el total de casos, al pasar de 17.946 a 2.250 notificaciones de la enfermedad. Además, para el caso de otras enfermedades como el zika y el chikungunya también se registró una reducción del 95 %, al comparar el año 2017 con 2016.
En los registros nacionales, Colombia también presenta una disminución al pasar de 103.822 casos en 2016 a 26.679 en 2017, lo que corresponde a una reducción del 76.3 %.
Algunos factores que han influido en la disminución son los cambios en los fenómenos climáticos que favorecían la formación de criaderos y el acortamiento en los periodos de incubación de los zancudos, la implementación de estrategias de prevención y control por parte esta Secretaría y el apoyo de la ciudadanía.
En 2017, la Secretaría de Salud implementó acciones como la vigilancia epidemiológica, la evaluación del manejo clínico de los pacientes, cerca de 50.000 visitas y el control químico en viviendas y establecimientos; además de la búsqueda y eliminación de criaderos de zancudos en más de 33.000 hogares, establecimientos de salud y de educación; y capacitaciones a profesionales de las IPS de la ciudad.
Asimismo, la dependencia municipal realizó actividades comunitarias entre las cuales se encuentra el fortalecimiento de los comités estudiantiles antidengue y los Comités de Vigilancia Epidemiológica Comunitaria.
Teniendo en cuenta que el dengue es una enfermedad de interés en salud pública, la cual produce incapacidad y posibles complicaciones, se transmite por los zancudos aedes aegypti infectados y su propagación se origina por condiciones ambientales y prácticas inadecuadas en el almacenamiento de agua, es fundamental tener en cuenta diversas recomendaciones para prevenirlo.
La primera sin duda es, según la Secretaría de Salud, continuar con la búsqueda y eliminación de criaderos alrededor de las viviendas y áreas comunes, y tener en cuenta las siguientes acciones:
• Cambiar dos veces por semana el agua de los floreros.
• Mantener limpios los bebederos de animales y cambiar diariamente el agua.
• Tapar los recipientes con agua, eliminar llantas en desuso, basura acumulada en patios y áreas al aire libre.
• Lavar y cepillar tanques y albercas, por lo menos una vez por semana.
• Perforar las llantas ubicadas en los parques infantiles que pueden contener aguas lluvias estancadas.
• Rellenar con tierra tanques sépticos en desuso, desagües y letrinas abandonadas.
• Recoger residuos sólidos de predios y lotes baldíos, mantener el patio limpio y participar en jornadas comunitarias de recolección.