En la Fundación Empresarios por la Educación celebramos 15 años de trabajo ininterrumpido y pusimos en la conversación la importancia de mejorar las inversiones en educación desde el sector público y privado, con base en evidencias.
Por: María Carolina Meza Botero*
Llega el fin de un año, y con él los sentimientos encontrados de esta época. Logros alcanzados, proyectos que concluyen y, a su vez, nuevos retos. En 2017 hubo avances importantes en el sector educativo, largas conversaciones y el esbozo de proyectos ambiciosos y necesarios. En la Fundación Empresarios por la Educación celebramos 15 años de trabajo ininterrumpido y pusimos en la conversación la importancia de mejorar las inversiones en educación desde el sector público y privado, con base en evidencias. Quedan grandes retos y buenas bases para el nuevo gobierno que deberemos elegir en 2018.
El año empezó con una sensación de mejoría gracias al aumento en los resultados nacionales en las pruebas Pisa, que miden las competencias de los estudiantes de 15 años en matemáticas, ciencias y lenguaje a nivel mundial. La alegría se mantuvo con los resultados de las pruebas Iccs, pues mostraron que hemos avanzado también en la formación cívica y ciudadana. El próximo gobierno tendrá el reto de continuar por esta senda, y hacerlo de manera acelerada pues, según análisis del BID, al ritmo que vamos nos tomaría 30 años lograr el promedio de resultados que alcanzan estudiantes de los países de la Ocde.
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Las negociaciones entre el Gobierno y Fecode fueron otro de los grandes asuntos este año. Tras 37 días de álgida negociación, se firmó un acuerdo que incluyó temas centrales como la revisión del Sistema General de Participaciones – SGP, la ampliación de la cobertura en grado transición y la apertura gradual de los grados de jardín y pre-jardín, la revisión de la implementación de la jornada única y la mejoría incremental de las condiciones para el trabajo docente. El próximo presidente deberá cumplir de la mejor manera estos acuerdos, lo que demandará negociaciones entre sectores y con las regiones, y una gran inversión por parte de todos los colombianos.
El proceso de paz llevó al país a ver frente a frente las deudas con los habitantes del campo y a comprometerse con la transformación de sus condiciones de vida. El sector educativo no se quedó atrás en esta reflexión. Junto a diversas organizaciones de la sociedad civil, de cooperación y de la academia sostuvimos largas conversaciones con el Gobierno para estructurar el Plan Especial de Educación Rural – Peer: un documento extenso que presenta un diagnóstico detallado sobre las grandes inequidades y da luces de transformaciones fundamentales que se deben llevar a cabo. Una amplia convocatoria y selección de docentes y directivos para las zonas más afectadas por el conflicto será un primer paso en esta dirección, un tema de obligado abordaje para el próximo gobierno, si se toma en serio el reto de nivelar las condiciones educativas del país.
Largas conversaciones se dieron también en el marco de la construcción del Plan Nacional Decenal de Educación: la cita que tiene el país cada 10 años para renovar sus intenciones por la educación y plantear de forma participativa una ruta de trabajo para la década. En medio de discusiones entre diversas organizaciones se definieron 10 desafíos estratégicos. Entre ellos están el aumento progresivo en la participación del gasto educativo en el PIB, la priorización de la educación rural y la educación para la paz, el fortalecimiento del sistema en su descentralización y articulación, la mejoría de la política de formación docente, el impulso de pedagogías activas y el uso de nuevas tecnologías en la educación, y el establecimiento de lineamientos curriculares amplios y flexibles. Como primer paso en dirección a este último punto, el MEN cierra el año con el lanzamiento de unas mallas de aprendizaje en matemáticas, ciencias naturales y lenguaje. Sin ser perfecto, el plan marca una buena ruta para quien llegue a la cartera educativa el próximo año.
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A los candidatos les recomiendo revisar en detalle estos avances. La responsabilidad recaerá ahora en nosotros, los electores, que tendremos en nuestras manos la decisión de apostarle a un nuevo gobierno que tenga la educación como prioridad.
*Directora Ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación, una organización de la sociedad civil que conecta sueños, proyectos, actores y recursos para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa.