Además de las películas destacadas durante la temporada de festivales, el Bogotá International Film Festival cuenta con una agenda académica en la que se abordan temas como el papel del cine en los procesos educativos.
Hasta el 18 de octubre se realizará en la capital del país la tercera versión del Bogotá International Film Festival (Biff ) en una edición que presenta una selección de las películas galardonadas durante él último año en los festivales más importantes del mundo.
En el cartel del Festival se destacan producciones como El invierno (Argentina), La cordillera (Argentina), El pacto de Adriana (Chile), Pieles (España), La siesta del tigre (Argentina) y Residente (Puerto Rico); documentales y largometrajes que abordan temáticas como la ambición, las intrigas de la política o la exploración de las raíces latinoamericanas y se proyectarán en el festival colombiano a la par de una nutrida agenda académica.
EL MUNDO habló con Manuel Ruiz, director del proyecto al que actualmente acceden instituciones educativas públicas y privadas, y las bibliotecas pertenecientes a la Red Nacional de Bibliotecas.
Ruiz destacó el papel de Cine Escuela como “una herramienta educativa en la que se articulan el entretenimiento, la educación y las Tics en una plataforma digital con un catálogo de cerca de 70 películas, con acompañamiento pedagógico, teniendo como fin que los usuarios de la plataforma puedan formarse en alfabetización digital, cultura y lenguaje cinematográficos y puedan relacionar y articular temáticas especificas de películas con sus contextos locales e inmediatos”.
Actualmente la plataforma se puede usar en centros educativos y culturales y cuenta con un convenio con la Red Nacional de Bibliotecas que le permite llegar a más de mil municipios en Colombia con películas seleccionadas bajo el criterio de ciclos temáticos en los que se reconoce el audiovisual como principal medio de difusión de conocimiento según apuntó Ruiz.
El director de Cine Escuela concluyó afirmando que desde el proyecto tienen la intención de continuar con el desarrollo académico a través del cine y articular su trabajo con entes estatales para que así “además de salas y números de espectadores las películas trasciendan con su aporte a la formación”.